Centralismo
Vs. Democracia
Por
Álvaro Jordán M.
Luego
de superada la histeria colectiva provocada por el proceso electoral
departamental y municipal, con sus correspondientes interpretaciones de
contenido centralista de los voceros del
partido oficial y de los partidos
de oposición es necesario resumir el aspecto central que viene dándose en las
dos elecciones de este carácter y que expresan
el mensaje de las bases por un lado, y la visión de los partidos
centralistas, de oposición y oficial, por el otro, incapaces de interpretar a
las bases, precisamente por su formación verticalista.
Los
analistas tradicionales con la concepción centralista de copar el poder central,
tanto unos y otros sólo ven cuanto aumenta el caudal de apoyo a cada uno de
ellos. Es la competencia por alcanzar el poder central para continuar la
política de sometimiento a los otros. Es el modelo tradicional colonial, antes
era una casta españolista explotadora de las mayorías populares, incluidos los
nativos. Ahora es otra casta de contenido aimara que pretende apropiarse del
producto del trabajo de todas las otras etnias, incluidos los mestizos, que se
transforman en los excluídos; explotados por el neocolonialismo racista.
En
todo caso tanto los españolistas como los aimarístas tienen en común el
carácter racista y el carácter explotador de las mayorías, además del contenido
disgregador de la nacionalidad boliviana con lo que es indispensable para ellos
disponer de un estado fuerte para someter a los otros, que son la mayoría, a la
voluntad de los mandamases de turno. Razones con la que justifican el
fortalecimiento de un ejército, que constitucionalmente está en contradicción
al contenido pacifista de la constitución boliviana y una policía de ocupación
cada vez más agresiva racista y corrupta.
En
primer lugar se debe reconocer la propuesta autonomista lanzada desde Santa
Cruz, a la que al principio se opuso el gobierno de Evo Morales. Por el apoyo
masivo con el que respondió el pueblo, se vio obligado el gobierno a aceptarla,
transformándose en una reivindicación nacional, aprobada por referendos en cada
departamento. En la actualidad se ha convocado a referendos en cinco
departamentos para aprobar los estatutos correspondientes. El resto aguarda la
aprobación de los proyectos de reglamento para su confirmación mediante el
referendo.
Los
resultados de la última elección son similares a los que se dieron en la
anterior elección de gobernadores y alcaldes, en que los triunfos de la
oposición y el oficialismo se reparten en forma más o menos aleatorias. En La
Paz y Santa Cruz el triunfo ha sido favorable a la oposición, tanto a nivel
prefectural como municipal. Potosí es el único departamento en el que el
oficialismo ganó en ambos niveles. En Chuquisaca ganó el oficialismo en la
alcaldía y la prefectura se la asignaron en forma artificial a causa de la
parcialización del tribunal electoral departamental. En Cochabamba la oposición
ganó la alcaldía, la prefectura la gano el oficialismo. Así mismo en Oruro el
oficialismo ganó la prefectura y la oposición ganó la alcaldía. En Tarija la
alcaldía ganó la oposición y la prefectura se debe dilucidar en una segunda
elección, de acuerdo con la intervención dolosa del TED. En Pando el
oficialismo ganó la prefectura y la alcaldía se debe dilucidar en una segunda
vuelta, Finalmente, Beni debe ir al balotaje tanto para la alcaldía como para
la prefectura, después de una elección irregular que eliminó al principal
partido de oposición.
En
general la elección, como las anteriores, ha estado llena de irregularidades
impuestas por el abuso del poder del que disfruta el oficialismo. Ya aparece
como normal la combinación del uso de la democracia para imponer artificialmente
la voluntad oficial. Podemos decir que estamos ante un fenómeno contradictorio
en sí, que hace uso de la democracia controlada
por una dictadura.
Bolivia
es parte del sistema mundial de estados centralistas, por lo que los partidos
son también centralistas, de modo que desde el punto de vista de las
reivindicaciones locales, regionales y/o departamentales da lo mismo cualquiera
que gane. En el poder todos se pondrán al servicio de la burocracia paceña,
imponiendo al pueblo cada vez mayores aportes económicos. Enriqueciendo a la
burguesía privada y a la burocracia estatal, en desmedro de los intereses del
pueblo.
El
carácter aleatorio con que se distribuyen los votos los distintos partidos de
oposición y el oficial, nos está indicando que el pueblo quiere
administraciones que respondan a los intereses locales, los que lógicamente son
distintos en cada lugar y cuya atención es imposible desde el centralismo,
generando permanentemente conflictos de tipo regional que devienen en
posiciones racistas y nacionalistas, dando por resultado un creciente debilitamiento
de la unidad nacional. Se trata de un problema sumamente serio, origen de las
distintas desmembraciones territoriales que ha sufrido Bolivia, que debe ser
solucionado mediante el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de
los pueblos, modificando el sistema político unitario por otro federal.
No
debe cometerse el mismo error que se cometió con los resultados de la elección
del 2010, en la que a pesar de haber ganado la oposición en seis departamentos
el afán centralista de los partidos hizo fracasar el Consejo Nacional Democrático,
por la disputa que se planteó al tratar de imponer un liderazgo nacional, artificial,
entre los distintos jefes elegidos departamentalmente. La oposición debe tener la
grandeza necesaria para que los distintos partidos, triunfantes a nivel
departamental, asuman la vieja reivindicación departamental y se constituyan en
la base para la transformación del país en uno nuevo de contenido federal.
En
las Tierras del Libertador Grigotá
Abril 2015.
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario