Opinión de la Escuela del Humanismo
Superior
Los extraordinarios y exitosos paros
cívicos que se realizaron a lo largo del 2019 en Bolivia son resultado de la
lucha pacífica contra la dictadura del autoproclamado partido como socialismo
del siglo XXI. Se efectivizaron por la acción de una organización emergente en
la lucha horizontal adoptada en reemplazo al verticalismo fracasado del sistema
de partidos políticos de la oposición y oficial. Una organización horizontal de bases
ciudadanas, generada espontáneamente por la voluntad de los vecinos alrededor
de cada punto de bloqueo, que conformaron las organizaciones cívicas de bases
vecinales, promotoras de un liderazgo a partidario, portador de las reivindicaciones
democráticas ante los niveles políticos superiores.
Es una organización nacida en la
lucha por la democracia que viene sustituyendo a los partidos como expresión
natural y directas de la voluntad del pueblo boliviano, desplazándolos de la
hegemonía política nacional. Es el resultado de una larga acumulación de
indignación ante las continuas arbitrariedades dolosas del gobierno que habrían
estimulado la sospecha del fraude en los generosos resultados eleccionarios de
anteriores elecciones.
Desde la aparición de las plataformas
ciudadanas el pueblo ha venido logrando resonantes éxitos en la lucha contra la
dictadura. En primer lugar, la victoria del referendo del 21 de febrero del
2016, y luego en lucha a brazo partido que han dado los exitosos resultados
alcanzadas en las calles, hasta conseguir la renuncia de la dictadura, en el
2019.
Ha sido una lucha centrada en la
defensa de la democracia directa del pueblo, contra el partido oficial del Mas
y contra el dictador Evo Morales, pero también ha sido una lucha contra la sectarización
de los partidos de oposición.
Después de estos éxitos históricos,
cuando el camino está despejado, nuevamente aparece el oportunismo de partidos
políticos que solo quieren beneficiarse del trabajo que no hicieron, sino
beneficiarse de la lucha del pueblo contra la dictadura de Evo Morales, de la
lucha contra el verticalismo del partido, de la lucha contra el centralismo
autoritario, de la lucha contra el colonialismo interno y el nacionalismo fascista.
Se ha desplegado una intensa campaña por reflotar figuras reiteradamente
desechadas por su ineficiencia y ahora se quiere esconder el éxito de la lucha
integradora por la paz.
El pueblo victorioso ahora debe
tener la capacidad de preservar su unidad como condición de su éxito y reclamar
el premio de sus victorias para que no sea escamoteado por los oportunistas de
siempre, Es la única forma de preservar la dignidad alcanzada y preservar la
libertad que tanto ha costado. Ningún partido político tiene el derecho de
reclamar un liderazgo que no le pertenece.
Diciembre 2019