miércoles, 11 de septiembre de 2019

La agonía de la civilización del poder, desde Bolivia


La agonía de la civilización del poder, desde Bolivia,
Por: Álvaro Jordán
El proceso eleccionario, que desarrolla Bolivia para la renovación del poder ejecutivo y legislativo del Gobierno, culmina el 10 de octubre del presente año con la elección de nuevas autoridades. Es uno más de los cientos que se realizan cada año en el sistema mundial de Estados aglutinados en el marco de las Naciones Unidas, cuyo objetivo central es preservar el poder para asegurar la explotación de las grandes mayorías y las riquezas naturales en beneficio de minorías enriquecidas, también identificadas como Oligarquías, plutocracias, capitalistas, burocracias, empresarios, empleadores y, en general, como explotadores.
La región de Bolivia, conocida en la actualidad en el arranque democratizador del 2009 como Estado Plurinacional de Bolivia, es otro Estado en que el poder garantiza la supremacía de las minorías explotadoras sobre las mayorías explotadas. Si bien se han reconocido las identidades indígenas nativas se conserva el centralismo racista mestizo y paceño y se ha incorporado un centralismo racista aimara, constituyendo, en lo interno un Estado colonial como la mayoría de Estados de América y el mundo y, en lo externo, un Estado dependiente de alguno de los sistemas de poder dominante.
La humanidad está anonadada ante el futuro catastrófico que se avizora, ya que los abusos del poder, las ambiciones enloquecidas por la riqueza y la animalización del ser humano van colocando a la sociedad al borde de su desaparición y las Naciones Unidas declara la necesidad de una disminución drástica de la población. 
La derrota en Vietnam del imperialismo del capital privado liderado por los Estados Unidos de Norteamérica y el colapso del imperialismo del capital estatal liderado por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas puso fin a la guerra fría imperial a nivel cupular y a la confrontación entre derechas e izquierdas en los niveles inferiores, marcando la agudización de la crisis terminal de la economía del poder.
La corrupción es la característica generalizada del sistema de poder en crisis. Los partidos transformados en mafias legitimadas por la legalidad que les otorga el poder así cono las instituciones del Estado y empresas productivas han transformado a sus dirigencias, directores y propietarios en las modernas jefaturas de los carteles delincuenciales, del narcotráfico, del contrabando, de exacciones abusivas del pueblo al margen de cualquier legalidad. en definitiva, mafias beneficiarias de la explotación del pueblo.
La economía asentada en la explotación de las grandes mayorías poblacionales de todos los continentes del planeta en manos de minorías privilegiadas ha fracasado en toda su extensión, las expresiones del capital privado han fracasado, las expresiones del capital estatal también han fracasado, conjuntamente con todo tipo de capital mixto. Estas sanguijuelas ahora reunidas en los grupos del Club Bilderberg. del club de los Illumínati, sociedades secretas y los grandes multimillonarios del mundo dueños de las transnacionales privadas y estatales se están desesperando ante el negro futuro que los espanta y se han lanzado a la renovación del viejo proyecto de los viajes inter espaciales. Es el último intento por encontrar una salida milagrosa con el uso abusivo de los dineros que les provee la explotación de los pueblos sometidos en la larga esclavitud impuesta por la civilización.
En Bolivia como en el mundo entero el pueblo ha empezado a tomar conciencia del carácter mafioso de los partidos y la actitud delincuencial de las dirigencias, sin embargo, la población no logra configurar una salida al margen del torrente convulsivo de la crisis del poder. Sigue siendo arrastrada por el pimponeo de fracasos entre sectores tradicionalmente conocidos como de izquierda y de derecha, o de revolucionarios y conservadores, fenómeno repetitivo de los cambios políticos en el mundo entero ante la imposibilidad de propuestas nuevas dentro del sistema de poder. Así el reclamo del pueblo, expresado en el Referendo del 21 de febrero de 2016 ha sido supeditado a la voluntad caprichosa de un tribunal constitucional de seis individuos parcializados políticamente que deja a un lado los aspectos existenciales de la población, expresadas en el mencionado referendo e incorporados en la Constitución Política del Estado por favorecer los intereses sectarios del sistema de partidos delincuenciales, de gobierno y de oposición.
La única alternativa, humanista, se encuentra en la propuesta que se ha bosquejado en el libro:” De La Civilización al Humanismo Superior” el que recomendamos leer para poder entender porque las Naciones Unidas proclama un genocidio mundial y el pueblo del mundo, inmerso en el complejo de Casandra camina al ineluctable destino que le depara el embrutecimiento impuesto por la cultura del poder.
Seguro que este libro te va a interesar. . .
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