lunes, 5 de octubre de 2020

EN TIEMPOS DE REVOLUCIÓN

 EN TIEMPOS DE REVOLUCION[1]

                 Por Álvaro Jordán

En diciembre de 2018, Amazon publicó mi libro “De la Civilización al Humanismo Superior”, en el que intento explicar la permanente lucha del poder, como cualidad predominantemente irracional en el ser humano, y el humanismo como cualidad superior de la inteligencia humana[2], Asimismo se analiza la debilidad creciente del poder mientras las demandas humanas se van imponiendo, así es que la humanidad está viviendo el momento histórico de la crisis terminal de la civilización, asentada en el dominio del poder, los Estados fallidos y el caos generalizado, y el lento crecimiento de la sociedad del humanismo, asentada en la inteligencia, los valores humanos, la lucha por la paz, el apartidismo y la democracia de bases. El ejemplo más vívido, a nivel mundial de esta feroz defensa de los privilegios del poder, es el intento de los globalizadores de suprimir la población “desechable/prescindible”, que va aumentando con la introducción descontrolada de la robotización, que no es otra cosa que la ejecución actualizada del siniestro plan hitleriano de eliminar a los desechables/prescindibles en la época del fascismo. Serán miles de millones de personas que serán eliminadas masivamente como está sucediendo con la pandemia del coronavirus, la programación digital está haciendo que encerrados en las casas no podamos ni enterrar a nuestros muertos, y ya alcanzó el millón de muertos que vamos aceptando pasivamente y los genocidas siguen beneficiándose de la impunidad del poder. El tercer mundo sería eliminado y no habría rincón para huir como refugiado porque la eliminación sería planetaria.

Sin embargo, los pueblos acumulan sabidurías insospechadas. Los tiempos de revolución son procesos de larga duración, crueles e inexorables. Veamos el caso concreto de Bolivia. País en que la crisis del poder es, tal vez, la más aguda del continente ya que su PIB per cápita ocupa ya hace tiempo el último lugar del conjunto de países sudamericanos, donde el poder se defiende transformando la democracia burguesa en una dictadura de 14 años de duración, imponiendo un dirigente, de las federaciones productoras de coca, materia prima de la producción de la cocaína, en presidente del Estado boliviano, posteriormente transformado en dictador.

El movimiento humanista emerge desde lo más profundo del pueblo con organizaciones espontáneas de bases, pacifistas y apartidarías para oponerse mediante la democracia directa a las pretensiones prorroguista y criminal de la dictadura.

El triunfo de la consulta nacional del 21 de febrero del 2016 fue el primer y mayor éxito de la democracia directa contra la dictadura y el sistema funcional de partidos, El segundo éxito, más rotundo todavía, de la democracia directa se produjo con la huida del dictador, luego de 21 días de repudio pacífico de las bases ciudadanas a raíz de nuevos intentos de fraude del dictador.

De esta vigorosa lucha pacífica de las bases bolivianas, nacida en Santa Cruz surgió, siguiendo la tradición logiera y católica, una nueva dirigencia local de contenido MNR-FSB, el primero, promotor del nacional-colonialismo en el espacio boliviano y de cuna hitleriana; el segundo, fuertemente sostenido por el curato de La Capilla, la que orgullosamente ostenta cientos de esvásticas en la plataforma delantera de la Iglesia, de cuna fascista

Conseguida la huida del dictador, gracias a la lucha pacífica de las Pititas, en la consolidación del poder, la Dra. Janine Añez Chávez surgió como Presidente de transición, de la dictadura a la democracia, con sustento legal y como nueva puesta en vigencia del sistema de partidos funcionales a la dictadura saliente.

¡Nuevamente se impuso el sectarismo partidario! El movimiento pacífico, gestor de la democracia, fue ignorado por la Presidente transitoria, por el jefe del nacional-colonialismo, los partidos funcionales a la dictadura y, lamentablemente, el movimiento de bases y revolucionario no fue reconocido como sustento del nuevo gobierno. Por lo tanto, éste nació débil y sin sustento social y político, razón por la que rápidamente cayó en la corrupción y se vio obligado a renunciar a las pretensiones electorales, que al principio parecían saludables.

En cuanto al nuevo jefe del nacional-colonialismo, siguiendo su herencia ideológica, no entendió que su acercamiento al poder no se debió a su partido, sino al movimiento pacífico de bases ciudadanas. La Revolución de las Pititas[3], promovió a sus acólitos partidarios, en algunos ministerios, dejando a la organización de bases ciudadanas sin una representación política formal en la organización interna y en la organización nacional de gobierno. Los movimientos de bases rechazan el papel de ministeriables, que sólo sirven para justificar y primorear las políticas central-colonialistas, cómplices de una permanente discriminación cultural, racial, social y económica de la pluralidad boliviana, pero el pueblo tozudo siempre los apoyará en la esperanza de avanzar en el federalismo, que siempre han ofrecido, hasta conseguir sus representantes auténticos,

Los propósitos de la democracia directa de bases exigen:

1. Mantener la unidad boliviana en base a un ejecutivo colectivo en el que esté representada la pluralidad boliviana mediante la selección de las bases ciudadanas y cuyas resoluciones se tomen por consensos.

2. Eliminación del poder vertical y formación del poder horizontal de bases ciudadanas en base al dialogo constructivo.

3. Construir la economía popular, asegurar el abastecimiento alimentario y eliminar la pobreza.

4. Definir las políticas a cumplir por las distintas instituciones de servicio

5. Nombrar servidores públicos y removerlos cuando lo considere necesario.

En las Tierras del Libertador Grigotá

Octubre, 2020


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