Elecciones para un cambio de verdad
Por Álvaro Jordán.
Con Toro y Busch
nació lo nacional en Bolivia. El gobierno del Gral. David Toro fue el primer
gobierno declarado “militar socialista”, nacido de la guerra del Chaco. El
Teniente General Germán Busch Becerra, fue el héroe máximo de la guerra del
Chaco e impulsor del militarismo socialista en Bolivia.
El gobierno del Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR) fue una expresión civil militar, también producto de la
guerra del Chaco y resultado de la
alianza de sectores civiles fascista y militares socialistas,
organizados en la logia RADEPA.
Al populismo introducido por el MNR, se lo ha
caracterizado por constituir un gobierno con fuerte respaldo de masas, resultado
de la revolución de Abril, de campesinos obreros y clase media, pero que en el
gobierno traicionaron sus principios y se transformaron en otro instrumento más
de la penetración extranjera. Sin embargo no se puede desconocer que a pesar de
la traición a los principios primigenios, constituye un gobierno progresista
por el reconocimiento de reivindicaciones populares, negadas por el
conservadurismo liberal y tradicional.
La década de los años 80s y 90s se caracterizó
por ser un periodo democrático burgués, que intenta consolidar el capitalismo
neoliberal. El pueblo desesperado por la prepotencia de las dictaduras
militares de los años 60s y 70s acepta, a regañadientes, los gobiernos que se
establecen con mayorías, írritas para cualquier democracia seria, El último
gobierno de Sánchez había sido posesionado con el respaldo de apenas el 22 %
del electorado y la coalición de todos los partidos reconocidos, razón por la
que se le dio el nombre de mega coalición o también de partidos sistémicos.
La debilidad social de la mega coalición, era
inocultable, situación que aprovechó el Movimiento al Socialismo, sigla
comprada al falangismo socialista, para desplazar al neoliberalismo e
introducir un discurso muy efectivo para la aglutinación de la masa marginada
con reivindicaciones liberadoras, autogestionarias, de contenido
antiimperialista, anticolonial, socialista e indigenista. Otro gobierno
populista con principios ideológicos de contenido campesino, nativo, obrero y
de clases medias, que luego traiciona. El indigenismo lo transforma en racismo
indianista al desconocer a la mayoría mestiza y promover el sometimiento de las
naciones nativas al colonialismo aimara, el capitalismo privado e internacional
es transformado en capitalismo social estatal, la democracia sufre un peligroso
proceso de achicamiento a causa de la represión política selectiva, del control
cada día más opresivo de la libertad de los medios de difusión, a nombre del
socialismo fortalece las bases militares para una dictadura de estado y el
control del poder ejecutivo sobre el poder judicial, legislativo y el Tribunal
electoral. En resumen se ha convertido en un gobierno de un partido sistémico
más.
En todo caso, es otro gobierno populista que
necesariamente introduce un discurso manipulador, pero que alimenta la
conciencia popular, aparte de introducir en la constitución algunas medidas
acorde con el discurso, aunque no las cumple. Como es el reconocimiento
constitucional de una serie de reivindicaciones nativas, que en la práctica ignora.
El año 2014 es un año eleccionario y se preparan
los partidos para ganar poder, aprovechando las traiciones del actual
gobierno. Por el momento la oposición
está signada por los restos de viejos partidos, neoliberales, conservadores, revolucionarios,
socialistas, dictaduras militares de derechas e izquierdas, todos fracasados en
el siglo pasado, que intentan actualizarse con un discurso de unidad. No es
otra cosa que un intento de reproducir la mega coalición de derechas e
izquierdas, derrotada en el primer lustro de este siglo, por lo tanto no tiene
ningún planteamiento acorde a las inquietudes del pueblo
Es evidente que el pueblo, por su esencia misma
está esperando un planteamiento de cambio, que represente al conjunto, en su
totalidad, en el que cualquier parcialidad es minoría, la primera mayoría, el
15 %, que obtiene Medina en las encuestas,
no es otra cosa que una minoría más. Cualquier arreglo sectario, es
manipulador y no genera confianza y si consigue ser reconocido con ayuda de la
manipulación política será otro gobierno débil, incapaz de asumir los cambios
que el país requiere. El mundo entero está clamando por una propuesta que
incorpore a todos como hermanos, se debe reconocer la diversidad del pueblo,
que no es otra cosa que aceptar la esencia humanista que conforma esta
diversidad.
La humanidad se prepara para estos cambios y
nosotros debemos prepararnos para no ser
una vez más cola de la historia. Lamentablemente la constitución plurinacional
no contempla esta heterogeneidad. El plurinacionalismo está asentado en un
centralismo secante que impide la participación de las regiones en igualdad de
condiciones, es una constitución que fortalece la hegemonía aimara. Por lo
tanto esta elección debe tener como meta, CREAR LAS CONDICIONES PARA PROPICIAR
EL CAMBIO QUE EL PUEBLO ESTÁ EXIGIENDO, lo que implica la realización de una
nueva constituyente para posibilitar los cambios estructurales necesarios.
Un discurso liberador es imprescindible y, seguro,
muy atractivo. Se debe ofrecer a todos los sectores el derecho a participar en
la determinación de su futuro, el que por supuesto será inmediatamente
abrazado. No es suficiente el discurso liberador. Se debe establecer las
garantías a cada miembro del conjunto de
participar activamente en la búsqueda de las soluciones. El colonialismo
interno debe desaparecer. Son muchos años que los pueblos venimos siendo sometidos al colonialismo
establecido con el nombre de centralismo. Particularmente los pueblos
amazónico-platense hemos sufrido muchas veces la humillación de la invasión de fuerzas
del altiplano. En la época incaica fuimos dos veces invadidos por el ejército
de Pachakuty y por tres ejércitos de
Wayna Kapak, en la colonia fuimos permanente mente agredidos, durante 300 años,
para proteger el robo español de las riquezas de Potosí, Se nos impuso la
incorporación a Bolivia al margen de la voluntad de nuestro pueblo, dos
movimientos federalistas nacidos en Santa Cruz, 1876 y 1891, fueron acallados
con el derramamiento de nuestra sangre en manos del ejército colla. La guerra
federal de 1899 fue ganada por Zárate Villca y traicionada por el gobierno
centralista y liberal de Manuel Pando, instalado en La Paz. Nuevamente se
derramó la sangre cruceña contra el ejército altiplánico, por defender la
instalación de un ferrocarril que nos integre a la nación, el dinero aportado
por la población cruceña para su construcción fue robado por el gobierno
colonial. Con el nacionalismo revolucionario sufrimos las invasiones del
ejército altiplánico y de las hordas de Ucureña porque el centralismo quería
seguir robando nuestras regalías. Finalmente, en el 2008, una nueva agresión de
mercenarios paramilitares nos humilla para seguir aprovechándose de nuestras
riquezas.
Estos son
algunos de los padecimientos del pueblo cruceño en manos del colonialismo
gubernamental, se pueden elaborar historias similares para cada departamento
del país, con lo que se demuestra que no hay ninguna posibilidad de convivencia
constructiva posible dentro de los marcos hasta ahora vigentes en este
territorio. La única posibilidad que todavía queda es la refundación del país
con una estructura federal que mantenga la unidad y supere todas las desconfianzas,
de cualquier tipo de colonialismo a nombre de centralismos.
Es evidente
que esta mentalidad colonial con la que se maneja Bolivia terminará con una
balcanización de todo el país, esto es con su desaparición. Están pasando los
tiempos de las imposiciones de fuerza. Es el tiempo en que estas están siendo
reemplazadas por la voluntad de los pueblos. Sólo en estos últimos 25 años ha
habido muchas desmembraciones en respuesta
a la imposición de la voluntad de las hegemonías nacionales, Ejemplo de
ello es la aparición de 15 nuevos estado soberanos a partir del colapso de la
Unión de República Socialistas Soviéticas (URSS),el despedazamiento en siete, de la
antigua Yugoslavia, la división de Checoeslovaquia, la división de Sudán, la
separación de Abjasia y Osetia del Sur de Georgia, la que a su vez se separó de
la antigua URSS, Transnitria, separada de Moldavia, la que a su vez también se
desmembró de la URSS. Y son incontables las separaciones que están en camino
como la de Inglaterra, de España, de Italia, de Bélgica, de Ucrania y por
supuesto la de Bolivia. Precisamente es la que más problemas le ha causado al
gobierno actual. La falta de confianza entre los componentes de este país lo
debilita permanentemente y al final lo llevará a su destrucción
Estas
elecciones deben servir para reflexionar sobre este punto fundamental para la
existencia de Bolivia, de no hacerlo así se estará jugando con el futuro de
este país. Sólo su refundación federal abrirá las puertas para un crecimiento
en unidad y de respeto a las diferencias, de no hacerlo así estamos condenando
a Bolivia a su desaparición, cuyos responsables serán las dirigencias de todos
los partidos que se preparan para participar en las próximas elecciones
presidenciales.
En las
Tierras del Libertador Grigotá
Abril 2014
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