La Crisis, el fascismo y el colonialismo
Álvaro Jordán
Militarización, fascismo y colonialismo
La irresolución de la crisis de la economía de mercado globalizado se expresa en la agudización de la lucha entre la fuerza bruta, sostén del sistema de propiedad, ya sea ésta, privada o estatal y la voluntad indoblegable de las bases empobrecidas, al margen de sectarismos partidarios, de clase, religiosos, culturales o regionales. La lucha se vuelve descarnada y brutal porque se está frente a la defensa existencial de un sistema de explotación para los unos y de la vida para los otros.
Es preciso comprender en forma muy clara la esencia de esta lucha para no caer en irresponsabilidades o errores muchas veces muy dolorosos e irreparables cuando se trata de enfrentamientos en que está de por medio la vida misma del ciudadano. La vida del ciudadano empobrecido no tiene ningún valor para la economía de mercado globalizado. En todo caso, en esta época en que el trabajo ha sido reemplazado por las máquinas automatizadas, el ciudadano degradado económicamente, es un enemigo a eliminar en la competencia por la existencia del sistema de enriquecimiento de algunos frente a una población mayoritaria y hambrienta que los cuestiona.
El fenómeno es mundial, por lo tanto este enfrentamiento se vuelve cada vez más encarnizado hasta en países que se dicen blindados ante la crisis, como lo proclaman las autoridades del gobierno boliviano. Veamos algunos ejemplos, de los más actuales y sobresalientes.
La lucha por “EL TIPNIS”: Se ha enfrentado el Estado, que utiliza todo el poder de que dispone, la propaganda, la amenaza, el chantaje, el aislamiento, la confiscación de comida, la veda del agua, la persecución salvaje y hasta la tortura para imponer la propiedad del Estado y el sistema económico que lo sostiene, esto es la producción de la coca, e indirectamente la de la cocaína, frente a los pobladores del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure, quienes defienden su derecho a preservar su sistema de vida que al final es la defensa de su existencia misma, la de todos los pueblos de la cuenca amazónica platense del continente y también defienden la existencia de la naturaleza que los rodea, de cuyo equilibrio dependen ellos y, ni a qué dudarlo, es parte de la lucha mundial por la existencia de la humanidad toda.
Es una confrontación entre las fuerzas del poder, brutal, inhumano, delincuencial y sin principios por un lado y por el otro, la voluntad por la vida, respetuosa, al extremo de dar espacio para que el poder consolide su proceso mediante elecciones sectarias; pacífica, hasta soportar la sed y el hambre a causa del agua negada y la comida confiscada por la brutalidad del poder para impedir la marcha de los nativos y la decisión heroica de continuar la marcha a pesar de la inhumana represión que sufrieron en el camino, con tres muertos. Esta disposición a exponerse, hasta el sacrificio de la vida, en defensa de sus derechos elementales despertó la conciencia de la población nacional y obligó al dueño del poder a reconocérselos. Desconcentrada la marcha, el poder arremete nuevamente. El presidente en persona, desconociendo la ley aprobada en resguardo de EL TIPNIS, se fue a aleccionar a la confederación de productores de coca, en Cochabamba, se fue a aleccionar a los pobladores de Mojos en el Beni, finalmente incumpliendo el compromiso con los representantes del TIPNIS se fue, sin anuncio previo, al TIPNIS mismo a aleccionar a las bases para confrontarlos con los representantes de la marcha por el TIPNIS. Es la ausencia de principios, el irrespeto a la ley, es el abuso del poder que no puede aceptar la voluntad del pueblo porque sería ceder terrenos ya consolidados. No le importa el enfrentamiento entre regiones y la disgregación de la unidad nacional a fin de consolidar el poder para defender los privilegios conquistados. Por su defensa de la carretera desarrollista, se ha transformado en aliado del imperialismo internacional. Por el uso de la fuerza bruta se ha transformado en gobierno de esencia fascista.
Frontera entre Oruro y Potosí: Es solo un ejemplo de lo que sucede en muchos otros lugares donde no están bien definidos los límites departamentales, municipales y territoriales; similares al que existe entre Tarija y Chuquisaca. En dicho territorio existen riquezas que cada sector defiende y en el que se encuentra cruzados intereses de empresas transnacionales y del Estado como es el caso de los minerales de la frontera Oruro y Potosí o el petróleo en la frontera de Tarija y Chuquisaca. El gobierno ladino deja que se enfrenten los sectores. Por el momento son paros departamentales con costos elevadísimos para los mismos departamentos, hay amagos de enfrentamientos fronterizos. En realidad está esperando la confrontación para justificar una intervención militar y así resolver el problema según el interés que tiene el Estado centralista y colonial. Una vez más el Estado aliado del imperialismo internacional y contra los intereses de los pueblos. Los sectores afectados deben bajar el problema a una mesa de diálogo para resolverlo en función a sus intereses y no permitir que el Estado consolide su poder centralista y colonial.
La incapacidad administrativa de la Caja Nacional de Seguridad Social, la falta de fondos para atender las necesidades de los beneficiarios a causa de la corrupción, como fue la apropiación del ex gerente Escobar de 60 millones de dólares, han obligado al gobierno a aceptar la apertura de la caja para que los asociados puedan afiliarse a otras instituciones de seguro. Y ¿qué es lo que salta? El sindicato de la Caja se opone a esta democratización del seguro. Ellos no son los dueños para determinar lo que este servicio debe hacer. En realidad los dueños son los que aportan, estos son los asegurados, los asalariados, los jubilados, los aportantes asalariados personales. Estos deben ser los llamados a decidir sobre las políticas de la caja de seguridad y si embargo se les ha prohibido. Los empresarios también reclaman derechos, pero este aporte empresarial es cargado a los costos del producto que paga el pueblo por lo tanto los dueños de la caja, por esta parte, es el pueblo y es él, el otro sector que debería pronunciarse. El Estado no aporta nada a pesar de que la ley le impone un porcentaje mínimo, sin embargo arbitrariamente se arrogan el derecho a determinar lo que le conviene a millones de asegurados. Los asegurados queremos tener la libertad de seleccionar el servicio que mejor conviene, es parte de la libertad del individuo, la posición sindical es una posición dictatorial del verticalismo sindical y colonial que no debió ser aceptada nunca, se sienten afectados por que su poder se ve recortado. La dictadura sindical de la poderosa Central Obrera Boliviana sin ningún empacho, como cosa indiscutible también se pronuncia por el centralismo de la Caja y amenaza con daños a la población mediante paros que el mismo pueblo debe sufrir. Los departamentos reclamamos por una descentralización del servicio en todas sus áreas. Resulta demasiado caro el realizar los trámites en el centralismo, se manosea desvergonzadamente al asegurado local y muchas veces no hay el dinero para viajar hasta la central para solucionar los problemas, quedando marginados y discriminados por no vivir en La Paz. El centralismo es discriminación racial, regional y cultural y por estar la vida de por medio, como problema de salud, es una violación de los derechos humanos fundamentales, por lo tanto los asegurados y el pueblo exigen la descentralización de este servicio, así como el de la educación, la salud pública, la administración y todos los que monopoliza el colonialismo interno del centralismo gubernamental.
La inseguridad ciudadana: Ya sabemos que la mafia más tenebrosa que tiene el país es la policía, socapada por el gobierno colonial para justificar la intervención militar y la consolidación de la policía misma ya que estas instituciones son los pilares del colonialismo interno del Estado centralista. O repase usted a ver si encuentra un paco cruceño, ni que decir un jefe de policía cruceño. Nadie puede negar que el gobierno defienda la coca, incluso a nivel internacional, coca chapareña de uso exclusivo para la fabricación de la cocaína. Es de conocimiento público que se han aliado los cocaleros con las mafias internacionales de Colombia, México y Brasil, con muchos muerto entre medio, en los lugares de producción de la cocaína y en las principales ciudades como en Santa Cruz. Por supuesto que la inseguridad ciudadana ha inundado el País y Santa Cruz en especial por su carácter cosmopolita. Pero sabiendo que la policía es el instrumento del colonialismo interno, es una irracionalidad pedir al gobierno colonialista la militarización del departamento. Los departamentos deben tener la dignidad suficiente para buscar soluciones con capacidades propias, de otra forma se transforman en agentes del colonialismo interno y por su intermedio en agentes del fascismo internacional promovido desde los centros imperiales.
18 de noviembre de 2011.
En las tierras del Libertador Grigotá.
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