Estados
fallidos: transición al Humanismo Superior
Por: Álvaro Jordán*
Generalidades. El concepto de estado fallido es una
abstracción, cuyo contenido expresa la corriente ideológica que lo interpreta.
Según López Martín, A, los creadores del término “Estado Fallido” son los
politólogos norteamericanos Steven R. Ratner y Gerald B. Helman, con su libro “Saving Failed States”, quienes lo utilizaron para referirse a la
condición de estados fracasados como Somalia, Liberia y Camboya.
En
esta línea, se ha generalizado su uso
para referirse a un estado caracterizado por el
debilitamiento de las funciones estatales, especialmente las policiales y
judiciales, pero también las de servicio, con la consiguiente parálisis del
gobierno. Un estado fallido no garantiza el
control físico sobre su territorio, carece del monopolio de la fuerza, tiende
hacia el fracaso social,
político, económico y está ausente del debate democrático.
Los norteamericanos lo han usado para
referirse a estados que cobijan a terroristas y constituyen un peligro para
países “estables”, argumentos con los que han justificado invasiones como las
de Irak y Afganistán.
Los tres problemas
mayores de seguridad internacional del mundo occidental de las primeras décadas
del siglo 21 son el terrorismo internacional, la delincuencia y la
proliferación de las armas de destrucción masiva, todos estrechamente
relacionados con el estado fallido.
Todos los países son
socialmente inestables por estar las mayorías sometidas coercitivamente a las
minorías. La llamada estabilidad no es otra cosa que un equilibrio inestable,
logrado por los efectos del poder, con un desequilibrio relativamente rápido
ante los embates de la crisis.
Se hace imprescindible
aclarar, que en esta reflexión, en general, se hace uso del concepto de poder
como una relación social característica de orden-obediencia, esta es, como una
relación de coerción, incluyendo el contenido de Max Weber, del uso legítimo de
la violencia en forma de estado, exepto las referencias concretas al poder no
coercitivo.
Siguiendo a Clastres
P., el poder político lo constituyen el poder coercitivo y el poder no
coercitivo. El estadio de la civilización se caracteriza por la presencia
sobresaliente del poder coercitivo, es el que distingue a la sociedad
occidental, el prerrequisito indispensable para imponer la explotación en la
sociedad de clases.
En la sociedad
humanista, el estado se transforma en una organización de administración,
coordinación, producción y servicio determinada por las bases. El estado
weberiano no existe, por lo tanto, el poder coercitivo desaparece, pero el
poder no coercitivo adquiere su máxima vitalidad, totalmente separado de la
violencia, actuando mediante el control social directo, mejor dicho, ejercido
mediante la participación directa de las bases.
Índice de estados
fallidos. El estado fallido está considerado como un seri0 desafío a la
seguridad interna y externa, motivo por el que se ha creado un índice de estado
fallido para medir anualmente la evolución de este pr0blema en el conjunto de
los países.
Su análisis adquiere
mucha importancia porque la inestabilidad y las consiguientes transformaciones
políticas, económicas y sociales pueden expresar proyecciones de conflictos
nacionales, que tienden a reproducirse en
conglomerados significativos de países, como fue la implosión del
sistema socialista, el resurgimiento del socialismo, actualizado como del siglo
21, y, en los tres últimos años, la primavera árabe.
El Fondo para La Paz
elabora una lista anual del índice de estados fallidos. Empezó el 2005 con 76
países, el 2009 ya abarcó 177 países y el 2013 son 178 países, en base a 12
criterios resumidos como sigue: 1. La presión demográfica creciente, 2.
Movimientos masivos de refugiados y desplazados internos; 3. Descontento grupal
y búsqueda de venganza, 4. Huida crónica y constante de población; 5.
Desarrollo desigual entre grupos; 6. Crisis económica aguda o grave; 7.
Criminalización y deslegitimación del estado; 8. Deterioro progresivo de los
servicios públicos; 9. Violación extendida de los derechos humanos; 10. Aparato
de seguridad que supone un estado
dentro del estado; 11. Ascenso de elites fraccionalizadas 12. Intervención de
otros estados o factores externos.
Otro punto de vista,
arbitrario, es el que presenta Noam Chomsky en su libro “Estados fallidos: El
abuso de poder y el ataque a la democracia”. Hace un detallado análisis de lo
que significa el poder para la humanidad, interpretando que el abuso de poder
lo genera el imperialismo de Estados Unidos de Norteamérica, (EUNA). Adolece de
un grave defecto de contenido sectario, porque el análisis no comprende a los
otros centros de poder que existen en la humanidad. Es una opinión demasiado
simplificada el inducir en el pensamiento, que la única fuente de abuso de
poder es la del imperialismo norteamericano. Es un abuso de poder intelectual y
un insulto a la inteligencia.
Si el imperialismo
norteamericano desaparece, no habrá cambiado casi nada porque los otros centros
de poder, por su propia esencia,
continuarán haciendo lo mismo que Chomsky critica a los norteamericanos,
por lo tanto, un mínimo de honestidad científica exige hacer las valoraciones
para el conjunto del sistema de poder. Con lo que se llegará a conclusiones muy
distintas y más próximas a la realidad.
Evidentemente, al
plantear una crítica incompleta del poder, Chomsky deja abierta una puerta para
justificar la presencia de otras formas de poder, que tiene mucho cuidado en no
tocar, como es la del capitalismo de estado.
Chomsky ha llegado a
asegurar que el término Failed
States, estados fallidos, es una teoría inventada por la
administración estadounidense tras el fracaso de sus políticas acerca del eje
del mal, los estados terroristas o estados forajidos y otras creaciones. Lo
utilizaría para nuclear a la opinión pública y centrar los esfuerzos contra
gobiernos y países cuyas políticas no concuerdan con la visión del gobierno
norteamericano.
Es cierto que la
preocupación se ha desencadenado allí, pero en realidad, es un fenómeno propio
de la etapa actual del desarrollo del capitalismo globalizado, de interés del
conjunto de la humanidad, independiente de toda voluntad y preocupa cada vez
más por su continuo crecimiento y, más que todo, porque les afecta a todos.
El mal uso político del
concepto de estado fallido es el motivo por el que los especialistas de la
confusión le dan un contenido indefinido y tendencioso. Así nos encontramos con denominaciones tales como de estados
frágiles, estados fracasados, estados desestructurados, estados en crisis, estados forajidos, estados terroristas,
estados en
descomposición o
estados colapsados
y otras expresiones muy diversas con significados muy variados,
semejantes e incluso intercambiables.
Toda esta profusión semántica genera incertidumbre y es resultado,
precisamente, de la inexistencia jurídica de estas categorías de estados.
Estados fallidos y
poder. Por parte del humanismo superior se ha optado por la expresión de
“estados fallidos” por interpretar todas sus facetas en función del concepto de
poder, que se concentra en el estado, y deducir que esta relación esencial es
la que falla cada vez más, aparte de ser el primero acuñado para hacer
referencia a la realidad que se analiza, es
además el que goza de mayor asentimiento y difusión.
El humanismo superior
interpreta la existencia de la condición de estado fallido cuando éste no cubre
sus obligaciones de servicio a la población en un nivel de seguridad y
bienestar aceptable, reconocidos por un marco democrático.
Es una condición
presente en todos los estados del planeta debido a que el sistema mundial
capitalista está asentado en una estructura de poder al servicio de los
“dueños” de la riqueza, o sea los dueños del capital, cualquiera que este sea,
privado, mixto o estatal y no al servicio del pueblo.
En todos los países del
mundo, el pueblo se encuentra excluido, en distintas proporciones, de la toma
de decisiones sobre la distribución de la riqueza, razón por la que la
condición fallida es parte inseparable de todos.
La condición fallida
expresa la carencia de gobernanza producida por el vacío de poder generado por la supeditación de los intereses
del pueblo a los intereses de los dueños de la riqueza, los que, con los dueños
del poder, constituyen dos caras de la misma moneda.
El estado se arroga la
autoridad de decidir por todos, pero en realidad en el mejor de los casos, con
la democracia representativa, decide en función de la mayoría, la que
generalmente apenas es mayoría simple, discrimina a los otros, cuyo conjunto
hace la mayoría, absoluta y marginada.
Este es el origen del
colonialismo interno, que padecen los pueblos y hace cada día más despreciables
a los gobiernos que pretenden homogeneizarlos en base a la supremacía que
impone la nación estado, arbitrariedad que convulsiona aceleradamente a los
pueblos.
A su vez es una de las
causas del fracaso del nacionalismo, ya sea en la forma de capital privado,
cuya expresión radical fue el nazismo, comúnmente llamado fascismo, sustentado
por el partido nazi (Nationalsozialistische Deutche Arbeiterpartai), o ya sea
en la forma de capital estatal, cuya expresión radical fue el estalinismo,
sustentado por el partido comunista.
De la presente
reflexión encontramos que los estados fallidos, en la transicion al humanismo
superior, se fortalecen con el agotamiento del sistema de producción
capitalista en su fase de globalización, expresa el constante debilitamiento
del poder que sostiene al sistema y cuyo final será su inevitable desaparición.
Estados fallidos y
civilización. Si se trata, concretamente, de la eliminación del poder
coercitivo, se está frente a un proceso mucho más profundo que un simple cambio
del modo productivo.
El poder coercitivo es
la característica principal del estadio de la civilización, por lo tanto su
eliminación significa el fin de este estadio y el advenimiento de uno nuevo,
que, ante la desaparición del poder coercitivo y a causa de la insurgencia del
poder no coercitivo, debe ser necesariamente humanista: el estadio del
humanismo superior.
Como resultado de la
crisis del sistema y por ausencia de orientacion política coherente, la
sociedad entra a un periodo de caos caracterizado por la aparición de los
estados fallidos. La insatisfacción crece, al margen de la autoridad y a causa
de ella, y se convierten los estados fallidos en la principal característica de
la etapa de transición del estadio de la civilización a la del humanismo
superior.
Como resumen
concluimos, que el agotamiento del sistema de poder, sustento del estadio de la
civilización, fortalece el desarrollo de los estados fallidos como embrión
informe del estadio del humanismo superior.
Crecimiento de los
estados fallidos. En forma general se puede comprender el proceso de
formación del estado fallido en el sistema de poder coercitivo a partir del
ejército de desocupados, que mantiene permanentemente y en forma artificial el
sistema capitalista para asegurar un monto mínimo de los salarios de la masa
trabajadora, es decir que el estado fallido es condición necesaria del
capitalismo para asegurar sus ganancias con costos mínimos, a su vez, como
etapa de transición, es el germen de su desaparición final.
Con la crisis, este
ejército crece, desequilibrando la institucionalidad establecida, generando la
explosión de la delincuencia, de la corrupción, del crimen organizado, llegando
a conformarse verdaderos ejércitos paramilitares a su servicio, cuyas muestras
extremas son;
En Méjico, de donde, el
secretario de defensa de EUNA, León Panetta, afirmó que 150.000 personas han
fallecido por la violencia entre los cárteles del narcotráfico y a causa de la
existencia de espacios territoriales en los que el estado es muy débil.
Otra forma de ocupación
de estos territorios son las guerrillas, como en Colombia, donde el conflicto
armado ha dejado más de cinco millones de víctimas, que padece este país desde
hace más de medio siglo. Con características propias podemos también incluir a
Irak, Afganistán, países de África y del resto del mundo, donde fuerzas
irregulares cuestionana la autoridad del estado.
Un caso sui géneris es
el de Bolivia, donde las federaciones de cocaleros de Cochabamba, proveedores
informales de coca a los narcoproductores y cuyo producto genera el tráfico
internacional de la cocaína, han logrado poner a su presidente de presidente
del país, con lo que resulta que los proveedores de coca al narcotráfico han
conseguido su propio estado, que les da seguridad interna y gestiona oficialmente la ampliación del
mercado a nivel internacional, como por ejemplo: el pedido de autorización del
presidente de Bolivia, Evo Morales, a las Naciones Unidas, para la legalización
del comercio internacional de la coca.
Con la drogadicción se
logra la degradación espiritual y física de la sociedad, su dependencia
política y económica, razones más que suficientes por las que el gobierno está
muy interesado en ampliar su control mediante el consumo de coca y sus
derivados.
El caso extremo del
estado fallido, de ausencia de estado
desde hace ya 23 años, es el caso de Somalia, donde no existe responsable
gubernamental, por ejemplo, para el cumplimiento de los compromisos
internacionales. Internamente se ha consolidado una guerra civil entre los
jefes tribales y clanes. Hay una especie de federación fáctica con fronteras en
permanente movimiento a causa de la guerra, sin gobierno de coordinación
nacional. Incluso las intervenciones internacionales de la Misión de la Unión
Africana en Somalia (Amisom) son rechazadas por la misma población.
Otra muestra, llena de
horror, de la proyección del sistema de
poder coercitivo como estado fallido es Siria a causa de la guerra civil, la
que ha transformado uno de los países más avanzados del cercano oriente en un
estado totalmente destruido, con más de cien mil muertos y dos millones de
refugiados, con la población carente de alimentos, con el sistema de salud
destruido, la producción en bancarrota con la generación actual de la juventud
perdida y, lo que es más grave, en la búsqueda de la hegemonía mundial se
recurre a los crímenes de lesa humanidad como estrategia de guerra. Es el lugar
de enfrentamiento de los intereses geopolíticos de los bloques de control internacional, dentro de los cuales la
defensa de los intereses locales están totalmente ahogados.
En la medida que los
estados fallidos encuentren solución estable acorde a los intereses de su población
se estará ante estados consolidados y ante el nacimiento de la nueva sociedad.
Sin embargo, la inestabilidad en la que se mueven, hasta ahora, muestran sólo
la insuficiencia de las soluciones ensayadas.
En la mayoría de países
existen grandes sectores poblacionales acosados por el hambre, que no tienen
acceso a la salud, que mueren por falta de alimentos y medicina, que no tienen
acceso a la vivienda, a la educación, no
disponen de un salario digno y, en definitiva, no se respetan sus derechos básicos.
La condición fallida se
encuentra en todos los países del planeta. En países del capital privado, ricos
y poderosos como EUNA, donde existen crónicamente alrededor de 50 millones de
pobres, esto es el 16% de la población; en países de capital mixto de hegemonía
estatal como China, que ha alcanzado una situación privilegiada en la
competitividad de la producción a causa del ejército de reserva laboral de 130
millones de pobres, esto es el 10% de la población que la sostiene; en países
que todavía quedan con una economía estatal, fosilizada, como Cuba, con un
ingreso que varía entre 10 y 20 dólares/mes; con los parámetros de las Naciones
Unidas, de considerar pobre al que recibe menos de un dólar/día y ajustando los
ingresos no contabilizados de los subsidios por la carta de racionalización
alimentaria, la educación, salud, vivienda y
electricidad, la población cubana cae en la categoría de población pobre
en aproximadamente un 80%. Esta conclusión es rechazada por el gobierno cubano
ya que ellos usan otras valoraciones, todo muy discutible por la ausencia de
información estadística transparente.
Todas estas
apreciaciones sólo son de tipo económico e insuficiente para una valoración
completa. No se consideran aspectos más abstractos como el ambiente de libertad,
el derecho a la democracia efectiva, el respeto a los derechos humanos,
espacios en los que la mayor parte de la humanidad, por el sometimiento al
poder, están muy disminuídos y se los puede calificar de espiritualmente
pobres. Al resto, de los dueños del poder, como responsables del sometimiento y
la pobreza, se los puede calificar de espiritualmente miserables.
A medida que la crisis
del sistema se agudiza, las dificultades del
estado para cubrir sus obligaciones, en general crecen, aunque algunos sectores, minoritarios, logran
momentáneamente, no ser arrastrados por la vorágine incontenible de la crisis.
Ante la falta de una
explicación coherente, las esplendorosas apariciones de levantamientos
populares dejan perpleja a la elite del pensamiento crítico, tanto del sector
neoliberal como del neoestatal. Razón que ha llevado a vigilar más
estrechamente el comportamiento del índice de estado fallido a fin de poder
apreciar mejor la tendencia del sistema económico, social y político, nacional
e internacional.
Estados fallidos y
capitalismo estatal. Si bien la condición de estado fallido siempre está
presente en el sistema, es evidente, que a partir del colapso del llamado
imperio socialista, se manifiesta en forma más aguda.
Fueron 74 años de brutal
opresión, los que tuvo que soportar la población soviética de la dictadura del
partido comunista y de las dificultades económicas crecientes los orígenes de
la incontenible rebelión del pueblo, que desenmascaró para siempre la
ignominiosa brutalidad e incompetencia socialista y comunista.
No fueron causas
externas, sino internas, particularmente las originadas en la ausencia de
libertad, democracia y el acoso permanente a los derechos humanos, las que
llevaron a este sufrido pueblo a enfrentar el poder de la segunda potencia
económica y militar del mundo y provocar su desmembramiento en 15 estados
soberanos.
Al mismo tiempo se
sublevaron los pueblos de la mayoría de estados satélites del imperialismo
soviético, cada uno con sus particularidades, pero todos enmarcados en una
lucha por la liberación de la dependencia soviética y de las dictaduras de sus
respectivos partidos comunistas.
No se puede dejar de
destacar que la mayoría de estos movimientos masivos se caracterizaron por su
esencia pacifica y su profundo contenido humano, a tal punto que, por ejemplo,
a la transición incruenta en Checoslovaquia se le dio el nombre de “revolución
de terciopelo”, a pesar de haber incluido la división territorial.
Los países dependientes
del sistema estatal soviético
reasumieron su soberanía en el marco de la economía mixta, conocida como
socialdemocracia, por la hegemonía del capital privado sobre el estatal, o como socialestatal por la hegemonía del
capital estatal sobre el privado, alternativas atractivas y asequibles a fines
de la guerra fría, dentro del sistema universal del capital.
En un sistema agobiado
por el abuso estatal, podemos asegurar que marca el inicio de una nueva etapa,
caracterizada por el acelerado crecimiento de la condición de los estados
fallidos y por la búsqueda de nuevos paradigmas para una sociedad más humana.
Hubo países en los que
la dictadura comunista impidió su reemplazo
adoptando oportunamente reformas, que de alguna manera dieron una satisfacción
parcial a las masas, como lo hicieron China y Viet Nam.
Mantuvieron la
verticalidad del partido comunista, asumiendo una nueva política económica de
carácter mixto con hegemonía del capital
estatal. De esta manera complementaron las ventajas de la explotación del
capitalismo privado con las del estatal, se transformaron, temporalmente, en
los países con mayor desarrollo económico y dejaron a un lado las aspiraciones
a la dignidad y al respeto a los
derechos humanos.
Cuba y Corea del Norte,
últimos sobrevivientes del llamado socialismo histórico, son los únicos países
de economía estatal, que a causa del férreo control político con que el partido
comunista todavía oprime al pueblo, han logrado hasta ahora controlarlos
mediante la represión, la pobreza
económica y espiritual, con que los somete.
La radicalidad del
control del poder ha degenerado en la estructuración del estado sometido a
dictaduras y al culto de la personalidad, similar a las antiguas monarquías
absolutistas, incluyendo la aberrante resurrección de las dinastías en el
poder. En Cuba, Raúl Castro es la segunda generación de la dinastía Castro, con
54 años de duración en el poder y en Corea del Norte, Kim Jong-un es la tercera generación de la
dinastía Kim, con 65 años de duración.
La transformación de la
economía estatal del ex imperio socialista en economía mixta, incluyendo la de
sus satélites del resto del mundo, por su carácter pacífico, por la magnitud de
su población y por su extensión
territorial ha sido la revolución más extraordinaria que se ha dado en
la humanidad en todos los tiempos.
El último esfuerzo del
imperialismo estatal por salvar el sistema de su estruendoso fracaso fue la
invasión de Afganistán y su posterior retirada a consecuencias de su fracaso.
Se debe concluir,
dentro de un pensamiento constructivo y responsable, que el sistema estatista
de explotación ha fracasado para siempre y cualquier obcecación en este sentido
es un defecto de estupidez e inhumanidad, que por supuesto, para un mundo de
poder y oportunismo, mientras éste exista y mientras exista la insoportable
miseria, será una alternativa circunstancial del oportunismo político al
servicio de intereses mezquinos.
El primer impulso
revolucionario presente en el sistema socialista se puede resumir como:
1. Colapso del imperio
del capital estatal, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, (URSS), cuyo
desmembramiento originó el nacimiento de 15 estados soberanos con una economía de capital mixto,
2. Liberación de los
países dependientes del imperialismo socialista, (ej. República Democrática
Alemana) adquiriendo una economía mixta, en la forma socialdemocrática.
3. Transformación de
países de economía estatal (ej. China) en países de economía mixta, en la forma
socialestatal,
4. La sobrevivencia de
algunos países del capital estatal (ej. Cuba y Corea del Norte), que conservan,
excepcionalmente, a través de una dictadura hereditaria, su condición de
capitalismo estatal,
5. Las transformaciones
1., 2., y 3., representan un importante avance de contenido humano al eliminar
dictaduras personales, respaldadas por el partido comunista, y abrazar democracias
burguesas en estos países.
Estados fallidos y
capitalismo privado. La derrota del sistema mundial del capitalismo
estatal, llevó a los ideólogos del sistema mundial del capitalismo privado a
proclamar que había llegado el fin de la historia, interpretando que la
sociedad había alcanzado por fin un estado de equilibrio estable. Argucia con
la que pretendían anular cualquier vestigio de nuevas propuestas políticas y
económicas.
No lograban entender
que un nuevo proceso estaba en marcha. La base del sistema capitalista en su
totalidad, había comenzado a despedazarse, además que en estos procesos la
voluntad no es determinante.
El poder del segundo
imperio mundial se había hecho añicos y no hay razón para creer que el proceso
haya terminado. En lo político la motivación central fue la lucha contra el
imperio soviético, traducido al campo económico fue una lucha contra el imperio
del capital estatal.
La primera potencia del
mundo (neoliberal) mantiene su condición imperial, pero los problemas causados
por la crisis y reconocidos como insolubles, están provocando levantamientos masivos de la
población en el planeta, con nuevos reacomodos políticos e ideologicos como los
de los países del denominado socialismo del siglo 21 (ss21) en América, esta
vez bajo la consigna central de lucha contra el imperialismo norteamericano,
más precisamente contra el imperialismo del capital privado.
Las protestas masivas
se intensificaron en forma tal, que desbordaron la capacidad de control de las
instituciones establecidas y muestran la desesperada búsqueda de alternativas
abiertas, de parte de las mayorías sometidas.
Es la búsqueda de la
sociedad poscapitalista: el alzamiento zapatista en México, del 1 de enero de
1994, referencia simbólica del nacimiento del movimiento “antiglobalización”;
la campaña contra el Acuerdo de Libre Comercio entre EUNA, Canadá y México, que
entró en vigor en 1994; las múltiples rebeliones y movimientos populares, que
pasan por el Movimiento de los Sin Tierra (MST) en Brasil, el levantamiento indígena-popular-militar
en Ecuador, el “argentinazo” del 20 de diciembre del 2001, las reivindicaciones
indígenas y humanistas de Bolivia que provocaron la expulsión del Presidente
Sánchez de Lozada, los movimientos revolucionarios que abrazan el ss21, los levantamientos
populares que generan la primavera árabe, los indignados de Europa, EUNA, Rusia
y China, van alcanzando carácter mundial y auguran la revolución más profunda
de todas las realizadas hasta la fecha: la del humanismo superior.
La civilización, que
tardó miles de años en concentrar el poder, hasta alcanzar su globalización,
pierde solidez rápidamente, originando por el momento, una fase generalizada de
transición, de estados fallidos, y buscando su salida multifacética y al margen
del poder, por lo tanto, necesariamente humanista.
No hay que olvidar, que
el poder coercitivo animaliza al ser humano, por lo tanto degrada los valores y
principios que rigen su comportamiento y violenta el derecho natural del ser,
por lo que se puede calificar de anti humanista. El poder no coercitivo, por el
contrario, humaniza al ser, es el origen de la permanente rebeldía de las bases
por una sociedad mejor, es la expresión auténtica de la recuperación del
derecho natural y de las bases, expresa su diversidad, por lo que se debe
reconocer su esencia humanista.
La derrota de EUNA en
Viet-Nam empezó a mostrar las debilidades del imperialismo norteamericano, la
potencia mundial número uno, que fueron contrarrestadas con un nuevo orden
económico, introducido como el neoliberalismo de la década de los 80.
Fue una nueva política
para apoderarse de las riquezas de las empresas públicas y estatales mediante
su privatización, la desregularización y la liberación comercial.
La momentánea
desaparición del sistema socialista y la necesidad de preservar el control del
poder en un mundo unipolar dio pie al neoliberalismo para reforzar el nivel de
la guerra, de baja intensidad al de guerra directa. Aparte de los ajustes
territoriales pendientes de la guerra del 45.
De esta manera se
buscaba consolidar el nuevo orden mundial en el que se presenta en forma
desembozada la autoridad del poder imperial como sustento de la civilización.
La invasión a Panamá,
el 20 de diciembre de 1989, con el secuestro y encarcelamiento de su presidente,
marca el reinicio de esta nueva forma de usar el poder en la guerra, Las
demostraciones de poder, que llevaron a las invasiones de Granada, Iraq,
Kosovo, Afganistán y Libia es el nuevo estilo para dirigir las relaciones
internacionales, después de terminada la guerra fría.
Quedaron para la
formalidad de los ingenuos el respeto a
los acuerdos internacionales y a los derechos humanos, así es que a los
sospechosos de terrorismo se los apresa, veja, tortura y asesina sin ninguna
figura de juicio.
El ejemplo más
vergonzoso para la humanidad de estos hechos son las decenas de prisioneros que
todavía quedan en Guantánamo, a quienes
ante su protesta de huelga de hambre se los alimenta en forma artificial y
forzada.
La ignominiosa
demostración pública del sometimiento de Europa a los intereses de EUNA con el
reciente bloqueo de cuatro países de Europa: Francia, España, Italia y
Portugal, al vuelo internacional del Presidente de Bolivia, en el que se
sospechaba la presencia de un ex agente de la CIA, autor de la publicación de
documentos secretos de la injerencia norteamericana en todos los países del
planeta, son apenas muestras, la punta
del iceberg, de lo que representa el poder neoliberal en el mundo.
América había sido
poblada por distintas migraciones que llegaron en diferentes momentos de su
prehistoria y había desarrollado un mosaico de culturas con lenguajes propios
totalmente independientes de las del resto del orbe. La mayor parte de su
superficie estaba poblada con culturas que se encontraban en el umbral de la
civilización, otras habían logrado traspasarlo sin alcanzar el desarrollo
tecnológico que poseían los europeos. Esta situación fue aprovechada para transformar el continente en territorios
de colonias europeas.
Después de cruentas guerras,
las colonias inglesas de Norteamérica lograron su emancipación. Posteriormente,
en las colonias españolas, después de 15 años de guerras, una alianza de
ingleses, criollos a la cabeza de Bolívar, San Martín y O`Higgins y
monarquistas españoles, aislaron a los patriotas, mestizos y nativos y se
transformaron en repúblicas económicamente dependientes de los ingleses,
dependencia que finalmente pasó a manos de EUNA.
Las pretensiones
imperiales del Libertador de América, Bolívar, registra la historia, como una
hazaña de liberación contra el tutelaje español y un fracaso imperial al no
realizarse sus ambiciones por conformar otro imperio americano, en todo caso se
prestó para consolidar una nueva dependencia económica neocolonial.
Éste es el largo periodo
de opresión, de 500 años, del que buscan liberarse los distintos estados del
continente. Esta situación es oportunamente aprovechada por los abanderados del
ss21. Otra propuesta de poder para seguir explotando al pueblo, a falta de una
propuesta seria, que lleve a estos pueblos a su liberación.
La coyuntura histórica
ha encontrado a los pueblos americanos sin un proyecto que resuma y proyecte
sus intereses. A falta de nada, en la búsqueda desesperada de alguna solución a
la miseria, y la criminalidad, algunos se han decidido por una peligrosa
aventura oportunista con el ss21.
La revolución del
pueblo venezolano, es la respuesta de la dignidad del pueblo a las imposiciones
imperiales de EUNA. Fue denominada como bolivariana por su presidente Hugo
Chávez en el afán de justificar el nacimiento de un nuevo y poderoso estado
continental inspirado en la continuidad del pensamiento de Bolívar y
actualizado c0n la ideología del socialismo.
Ante el fracaso del
imperio soviético, el pensamiento izquierdista de las Escuelas de Bremen y
Glasgow dio inicio a las ideas del ss21,
desarrolladas por Heinz Dieterich Steffan, (HD), las que abrazó Hugo Chávez el
2005, como respaldo teórico de su proyecto político continental, tratando de
armonizar, forzadamente, las pretensiones imperiales de Bolívar con las del
socialismo como modelos del proyecto de la Revolución Bolivariana, ambos
fracasados.
Asimismo, el triunfo
del movimiento indígena y campesino de Bolivia, de contenido humanista y
democrático, rápidamente degeneró en un gobierno populista de capital mixto, inspirado por el modelo chino.
Con la adopción del ss21, ha devenido en un modelo autoritario de hegemonía
estatal y racista, cuyo objetivo es el control del poder total mediante la
eliminación selectiva de la oposición externa e interna.
Las aspiraciones
imperiales se expresan en su empeño por resucitar el imperio del Tawantinsuyo y adoptar hegemónicamente la
cultura aimara, en un país con 34 etnias. Otros países del continente, que
muestran su adhesión al ss21, con distintos grados de reticencias son Ecuador,
Nicaragua, Argentina y Brasil.
Siguiendo la tradición
de los viejos estados socialistas del siglo 20, existe una clara tendencia en
estas organizaciones por transformar las democracias burguesas en dictaduras
burocráticas, mediante presidencias vitalicias logradas a través de elecciones
forzadas desde el poder. Formas de lo mismo, es la sucesión presidencial por el
dedazo del presidente, en condición terminal, como sucedió con la designación
de Nicolás Maduro en Venezuela por el expresidente Hugo Chávez. Siguiendo el
ejemplo de Cuba y Corea también se reproduce la herencia presidencial, con
mediación eleccionaria, forzada por el poder, de un familiar próximo como fue
la sucesión del fallecido presidente Néstor Kirchner en Argentina por su viuda,
doña Cristina Fernández de Kirchner.
Para resumir las
disquisiciones teóricas simplemente mencionemos las conclusiones de HD, autor
del ss21, en relación a lo que está sucediendo en los países sudamericanos, que
dicen abrazar este socialismo:
“Es correcto
apoyar a Evo, Chávez, Correa et al como alternativa socialdemócrata al neoliberalismo. Pero,
ninguno de ellos ha creado estructura institucional alguna, que trasciende a la
economía de mercado o al parlmentarismo burgués, ni lo va a hacer”.
Por otro lado, HD en el
artículo: “Partido Comunista de China se abre al Socialismo del Siglo 21”,
sostiene, que “los pueblos con la ciencia y los Estados progresistas construyen
el socialismo del siglo 21”, como la
“única alternativa disponible” para la sociedad poscapitalista global.
Con las primeras
afirmaciones queda demostrado el fracaso del ss21 y de todos los gobiernos que
proclamaron y siguen proclamando su adopción como marco teórico de sus
políticas de gobierno. Ninguno lo está aplicando, es decir, que lo pregonan
sólo como discurso propagandístico de manipulación de las masas de una supuesta
actividad en beneficio de las mayorías nacionales, lo que resulta ser nada más
que otro grotesco teatro de despreciable calidad humana. Se entregan dádivas a
cambio de la libertad, los derechos humanos y la dignidad.
Estas afirmaciones,
confirman que el planteamiento teórico del ss21 ha demostrado la inviabilidad de su aplicación y
ha comprobado una vez más el fracaso de cualquier intento de resucitar la
teoría del socialismo. En todo caso, los periodos prolongados del control del estado, (14 años en Venezuela, 8 años en
Bolivia, En Siria 12 años de Assad más 30 años de su padre) a causa de los
abusos del poder, para la élite dictatorial es una victoria, a la que importa
poco la degradación de los derechos humanos de los pueblos, que fuera muy
deseable evitar.
El gobierno de China
está saliendo rápidamente del capitalismo estatal al capitalismo socialestatal,
una variante más del sistema capitalista globalizado, y no existe ningún vestigio que lleve a pensar que quiera volver
al estatismo.
La cúpula del partido
comunista chino se desborda cada día con miles de nuevos millonarios y
multimillonarios capitalistas, conformando la nueva clase de burócratas,
corruptos y enriquecidos por el estado.
La publicación del
artículo de HD es sólo una insignificante muestra de apertura hacia la libertad
de prensa en China, que por lo demás hasta ahora, es sólo un sueño utópico,
útil para la manipulación de las masas, desesperadas por mejorar sus derechos
humanos.
Ante el endurecimiento
del poder imperial norteamericano, algunos pueblos de América se dejaron
arrastrar por los cantos de sirena del ss21. Lamentablemente adolece de
defectos teóricos fundamentales como es el de constituirse apenas en un
remiendo del socialismo real del siglo pasado. Se asienta en principios que
llevaron al fracaso el socialismo del siglo 20”, a causa de la ausencia de
libertad, democracia y por el acoso permanente a los derechos humanos, con lo que se garantiza la inviabilidad del
planteamiento del ss21:
1. Plantea el
igualitarismo en contradicción con la principal característica de la definición
de la materia: de estar en permanente movimiento y cambio, lo que exige las
diferencias de unos y otros e incluso de
uno mismo, con el tiempo. El rechazo a la robotización del ser humano es la
fuerza social más poderosa, dispuesta a sacrificar la existencia en la lucha
por el reconocimiento de los derechos individuales, concretamente el derecho a
la diferencia y a la identidad.
2. Es de contenido
antihumanista por estar asentado en las imposiciones del poder, de esencia
conservadora, en abierta contradicción con las necesidades humanistas de la
sociedad, motor de los cambios en la historia a lo largo de la civilización.
3. El ss21 propone como
parte sustancial de su proyecto, la democracia participativa, la que utiliza
únicamente como estrategia de poder. Logrado éste, intenta mantener su fachada,
imponindo una democracia contradictoriamente sustentada por el poder y con la
imposición del partido único, para lo cual, el objetivo principal es la
eliminación de toda oposición política, incluyendo la interna, para el
endiosamiento del jefe.
Siguiendo el modelo
estalinista, impone, una dictadura y de culto a la persona. Comportamiento
cínico y de contenido moral despreciable. La democracia participativa, forma
democrática de aparente ampliación de la democracia representativa, es otro
engaño porque en un régimen de poder la democracia participativa, como la
representativa, sólo existirán, limitadas por/y en función a la voluntad del
poder.
Para que la
democracia represente una ampliación
efectiva de la voluntad de los pueblos, debe ser tomada por el pueblo mismo,
debe ser una expresión del empoderamiento de las bases, fuera de la autoridad
vertical del poder.
A esta democracia el
humanismo superior le llama democracia de bases, es el poder no autoritario que
emerge desde la base misma y sobre ella se construye la estructura
administrativa, de coordinación, producción y servicios que satisfaga sus
intereses.
La estrategia de
control del poder del ss21 es de contenido nazi-fascista, ya que se apoya en el
uso del modelo de Hitler y Mussolini. Recurre a la democracia para la toma del
poder y, con éste, lo conserva como dictadura y culto a la persona,
atropellando la democracia.
Este modelo es cada vez
más recurrente en el mundo para el ascenso al poder y su aspiración de control
permanente. Muestra la presencia de un proceso de fascistización del sistema
mundial de poder.
Mientras la condición
de país fallido crece, es decir que la debilidad del poder aumenta,
paradójicamente la sociedad nacional e internacional, en un esfuerzo
desesperado por su existencia, plantean una embestida del poder cada vez más
agresiva de parte del estado verticalista y el sistema imperial agonizante,
amenazando cada vez más a la sociedad con imposiciones de contenido fascista.
Una muestra posmoderna
de esta tendencia es el espionaje a nivel mundial recientemente denunciado, el
ejercido por EUNA mediante la Internet. Espionaje quer esta siendo usados por
todos los centros de poder, ya es público su uso en EUNA, Rusia, China, Cuba
Iran y otros.
Es la reacción de las
minorías por la preservación de los beneficios que acumulan, ante el miedo de
perderlas y a causa de la creciente conciencia de las mayorías.
Las características del
estado fallido, en condiciones avanzadas de descomposición son: 1. Proceso creciente de vaciamiento
sectorial del poder. 2. Corrupción descontrolada. 3. Incremento de las
obligaciones públicas insatisfechas 5. Saturación de la criminalidad. 6
Desconocimiento de los partidos políticos como representación de la sociedad.
7. Desprestigio de la Policía. 8. Órganos de justicia sin credibilidad. 9.
Instituciones del estado y el estado mismo desvalorizado. 10. Fascistización
del estado. 11. Estado de convulsión creciente. 12. Rechazo del centralismo
13. Aislamiento internacional. 14.
Aparición de procesos de desintegración. 15. Pérdida del control físico del
territorio. 16. Caos.
El concepto de estado
fallido, para algunos autores, ha estado muy
estrechamente relacionado con la preocupación norteamericana por el terrorismo, argumentando que el estado fallido
es fuente de generación del terrorismo, que afecta a los estados más estables.
Es cierto, que los
terroristas establecen su santuario en los países débiles de poder, y desde
allí, selectivamente, concentran sus ataques en función a sus intereses políticos
como sucede con los talibanes de Afganistán. Sin embargo esta afirmación
generalmente no se cumple, ya que a las características del estado fallido
acompaña una maduración creciente de la conciencia del pueblo, que se expresa
en las multitudinarias manifestaciones pacíficas que brotan por todo el mundo.
No se puede evitar la
aparición de grupos reducidos, inmaduros y desesperados, que constituyen el
medio de cultivo del terrorismo y muchas de sus acciones se incuban en el mismo
estado afectado, ya sea éste estable o no. Son formas positivas y negativas de
las luchas asimétricas.
El estado fallido
expresa un estado de debilitamiento del sistema de poder que encadena el mundo,
es una expresión de la crisis del sistema, de la imposibilidad de resolver los
problemas que van apareciendo en el sistema capitalista globalizado, muestra el
desarrollo del grado de agotamiento del sistema y la falta de claridad política
en la proyección del futuro de la humanidad.
Al mismo tiempo es la
forma anárquica de protestar del pueblo, que ante la falta de condiciones
subjetivas, por insuficiente conciencia y organización, actúa sin darle
dirección a sus protestas, de lo que se aprovechan los viejos y experimentados
partidos políticos.
Sabe lo que no quiere,
como lo expresan los discursos de antiglobalización, antimodernistas,
anticapitalistas, antisistémicos y otros, que expresan las opiniones del
pensamiento crítico internacional, pero todavía no ha madurado suficientemente
una conciencia para sí, del pueblo, para trazar un proyecto, que englobe la
diversidad de intereses involucrados en las protestas, sin embargo es evidente
que el nivel de conciencia crece en la medida que se ensayan nuevas
alternativas y el sistema capitalista se agota.
A pesar de declararse
los movimientos de bases como antipartidos, todavía logran ser seducidos por
partidos populistas, aprovechándose del efecto de los levantamientos populares.
Es lo que ha sucedido en América. La bandera de las luchas antimperialistas
fueron levantadas por los defensores del ss21, argumento con el que lograron el
poder, pero ya con él se siguen manejando en el marco del capitalismo, con
mayor preferencia en el del capitalismo estatal. Algo similar está sucediendo
con los movimientos rebeldes de la primavera árabe.
En definitiva el estado
fallido no es otra cosa que el campo de confrontación a veces pacífica, a veces
violenta, de una lucha política, económica y social asimétrica entre la
conciencia de un pueblo, que pugna por alcanzar una vida digna, y minorías
armadas con los más sofisticadas tecnologías protegiendo las riquezas
acumuladas en siglos de explotación de la masa popular.
Es una lucha por el
poder político en el campo del poder coercitivo, en el cual el poder imperial
tiene la supremacía, que sólo logrará ser superado cuando la correlación de
fuerzas favorezca al poder no coercitivo, mientras tanto éste se extiende y
profundiza por todos los países del sistema.
La ola de las
rebeliones populares está alimentada por las luchas contra el imperialismo del
capital del estado, las luchas contra el imperialismo del capital privado, y
las luchas contra los instrumentos de estos monstruos de abuso del poder, estos
son el estado, el ejército, los partidos políticos, la prensa, las
instituciones, organizaciones sociales y religiosas que los sirven como
instrumentos de explotación y origen de
la miseria, de la desocupación, de la ignorancia, de la criminalidad, del
enriquecimiento ilícito y todas las aberraciones humana causadas por el poder al servicio de la preservación de la
riqueza para las minorías.
La sociedad del
poder se ha transformado en un freno a
las ansias por conseguir mejores condiciones de vida para la humanidad, en toda
su diversidad.
El poder busca la
homogenización. En la lucha del pueblo se conjugan los distintos intereses que
conforman la diversidad de conjuntos de
la sociedad, que pugnan por romper las trabas con que los oprime el poder.
Esta es la riqueza de
las luchas que se vienen presentando en América, África, el mundo árabe, Europa
y el resto del mundo, en forma de un terremoto planetario que estremece los
cimientos de los centros de poder de EUNA, UE, Japón, Rusia, China, Irán, Brasil y otros centros
menores en busca de una sociedad diversa.
Estados fallidos y
la primavera árabe. En el mundo árabe se han enquistados por mucho tiempo
dictaduras corruptas en la forma de reyezuelos, dictaduras militares, civiles y
teocráticas sometidas a potencias
europeas, norteamericanas, asiáticas, privadas, estatales y teocráticas.
Verdaderas satrapías, causantes de la miseria de estos pueblos y fondo de una
permanente situación convulsiva.
El desencadenamiento de
la crisis terminal del capitalismo, la introducción del intercambio del
conocimiento mediante la digitalización y la comunicación en tiempo cero y en
forma directa, posibilitó la conjunción de voluntades reivindicativas de los
derechos conculcados por las tiranías árabes y dio nacimiento a la rebelión de
alcance internacional llamada “primavera árabe”.
Se inició como protesta
por el suicidio, de un vendedor ambulante en Sidi Bouzid mediante la
autoinmolación ígnea, en Túnez. Éste fue el desencadenante de las
insatisfacciones contenidas por gobiernos sátrapas, de viejas dictaduras como
la de Zine El Abidine Ben Ali en Túnez, con 24 años en el poder; la de Hosni
Mubarak con 30 años en el poder, en Egipto.
Ante el arrollador
embate del movimiento reivindicativo y ante la amenaza de perder el control
económico y político de esta región, bajo la presión de los centros de poder
imperial se han iniciado reformas democráticas,
con nuevos gobiernos o con los antiguos,
pero manteniendo la dependencia económica.
Este proceso con
algunas variantes locales, se repite en todo el Magreb, el Medio Oriente y la
periferia del mundo arábigo afro-asiático. Si bien, las causas de la rebelión
son similares, los procesos son diferentes.
En las crónicas
revueltas de Yemen, que ya se expresan como una guerra civil interminable,
donde se entrecruzan intereses económicos con fanatismos religiosos,
finalmente, se acordó una transición pacífica con intervención de las Naciones
Unidas (NU). El dictador Alí Abdulá Saléh entregó el poder, después de 34 años
de tiranía, pero la rebelión contra el centralismo continúa.
También se produjo el
levantamiento del pueblo libio, hastiado de una dictadura de 42 años de
duración, de la corrupción de la familia de Muammar Gaddafi y su entorno
gubernamental, que habían sumido al pueblo en condiciones humillantes por la
ausencia de libertad y del ejercicio de los derechos humanos fundamentales.
Ante las presiones pacíficas, el dictador reaccionó con violencia, lo que provocó reacciones más radicales del
pueblo, dando inicios a una guerra civil. En este ambiente intervinieron
intereses internacionales de Europa, en particular, y luego de EUNA.
Provisionalmente se ha dado una solución de apertura democrática, pero que
mantiene la dependencia económica. Se estima en algo más de 50.000 los muertos
durante la guerra
La sublevación siria es
más compleja porque se trata de un país que no responde a la línea política del
capital privado y ante la rebelión del pueblo, al igual que en Libia, la
dictadura de Bashar Al-Asad, quien gobierna ya hace 12 años, después de heredar
la dictadura de su padre de 30 años, ha respondido con violencia provocando
otra guerra civil. El gobierno ha buscado y ha conseguido el respaldo militar
exterior del conjunto de países del capitalismo socialestatal, mientras que la
oposición es apoyada por el conjunto de países del capital privado,
socialdemócrata e islamistas, incluído Al Qaeda. Panorama que amenaza con
transformarse en una guerra internacional. La guerra civil en Siria, en dos
años y medio, ha causado más de 100.000 muertos y más de 2.000.000 de
refugiados.
Las reivindicaciones
con las que se sublevaron los pueblos
contra las satrapías árabes, llevaban incluida las aspiraciones de liberación
de la dependencia neocolonial de los centros de poder internacional. Los
cambios alcanzados no lograron a esta segunda reivindicación por lo que el
estado de rebeldía persiste. Así por ejemplo el nuevo presidente de Egipto,
Mohamed Mursi, inició una política represiva y sectaria, en beneficio del
fanatismo islámico, motivo por el que después de algo más de dos años el
descontento resurgió y el movimiento popular ha exigido respeto a las consignas
de democratización, obligando al nuevo cambio de gobierno.
Un descontento similar
se presenta con Túnez. Es decir que los cambios habidos son insuficientes para
las aspiraciones populares, a causa de haberse encaramado partidos oportunistas
en la cresta de la revuelta y a la falta de políticas armónicas con las
necesidades de la ciudadanía. Se desvirtuaron
los objetivos de la revolución y se ha desencadenado el inicio de otra
ola de exigencias que auguran mayores cambios, no solo en estos países, sino en
el resto del mundo árabe.
En Siria, ante las
amenazas de una confrontación internacional se ha producido un reacomodo de los
sectores enfrentados, acercando las dos variantes del capitalismo mixto para
enfrentar a los rebeldes populares e islamistas.
Como resumen de esta
tercera ola de las aspiraciones humanistas de los pueblos se puede concluir
que:
1. Se están
transformando las dictaduras en democracias burguesas. Si bien no satisface las
aspiraciones de los pueblos, traslada las luchas a un nivel menos violento.
2. La fuerza moral y
numérica de las reivindicaciones populares obliga a las distintas expresiones
de poder a formar un frente común contra los pueblos, desnudando de su esencia
inhumana, cuyo único afán es la preservación del poder para seguir
explotándolo. Así por ejemplo, en general, al inicio de las manifestaciones se
producen alianzas espurias entre el capital privado y los terroristas de Al
Qaeda. Particularmente notoria es esta alianza en la guerra civil en Siria y en
la primera etapa de la guerra civil en Libia. No hay que olvidar que ya en la
guerra de liberación de Afganistán contra el imperialismo soviético, EUNA
entrenó y apoyó con armas a Al Qaeda. En el decurso de la guerra en Libia se
impuso el sector burgués y se desplazó el de Al Qaeda. Arabia Saudita y Qatar,
aliados incondicionales de EUNA apoyan a integristas islámicos de distintas
naciones islámicas, mientras EUNA y Europa apoya las democracias burguesas
islámicas, en lucha común contra las satrapías árabes.
3. La guerra civil en
Siria ha traspasado los límites aceptados por los acuerdos internacionales, ha
entrado al campo del crimen de lesa humanidad como instrumento de guerra. Sin
embargo el estado de crisis de los centros internacionales de poder está
frenando la internacionalización de la guerra por los riesgos suicidas
implícitos. Las manifestaciones de diálogo y la disposición a la búsqueda de
soluciones políticas están mostrando un punto de quiebre de las imposiciones de
fuerza a nivel cupular. Se está produciendo un reacomodo de las fuerzas de
poder internacional, neoliberal, neoestatal e islamistas, para frenar las
rebeldias populares de la primavera árabe.
4. La incipiente
conciencia humanista no logra todavía estructurar la defensa, para sí, de los
intereses del pueblo. Es decir que falta conciencia y falta organización, pero
es evidente que el proceso ha dado pasos importantes al decantar la lucha entre
los distintos centros de poder imperial, por un lado, y el frente popular rebelde, por el otro. El
pueblo continuará luchando hasta encontrar la solución humanista que busca.
Por el momento, se
trata de un teatro de disputas por el poder, entre el sector económico
neoliberal, el neoestatal y el islamista donde el perjudicado es el pueblo. Los
cientos de miles de muertos y los millones de refugiados, para no detallar las
miserias sufridas por los sobrevivientes, es resultado de una política criminal
dirigida a consolidar el control del poder.
Es evidente que de
continuar la humanidad por este tenebroso recorrido, está destinada a tener un
final apocalíptico, como ya lo anunció el Informe Lugano de Susan George, que sugiere que se habría empezado a eliminar la
población sobrante, hasta alcanzar el nivel sostenible del sistema de 4.000
millones de habitantes.
El humanismo superior
es la única alternativa, hasta ahora, propuesta para salvar al género humano y
su hermana la naturaleza de esta hecatombe planetaria.
Estados fallidos y
países desarrollados. El cuarto grupo de estados fallidos es el conformado
por los países más desarrollados, económica, tecnológica y científicamente.
Estos son EUNA, UE, Rusia, China, Japón, Canadá, Australia, India, Brasil y
otros menores. Nótese la conformación del grupo, con países de hegemonía del
capital privado como EUNA y UE y países con hegemonía del capital estatal como
Rusia y China.
Sus oligarquías han
acumulado las riquezas del mundo, sin embargo ninguno se libra de la condición
fallida. Apenas el 2% de ricos poseen el 50% de las riquezas del mundo, el
resto, el 98% sobrevive con el otro 50%.
Este grupo tiene la
particularidad de constituir parte sobresaliente del universo de los estados fallidos del sistema,
al mismo tiempo de conformar el núcleo generador de la crisis mundial.
Como estados fallidos,
en su interior existe una parte importante de pobres con sus secuelas, así por
ejemplo EUNA tiene 50 millones de pobres (16%). Su masa laboral desocupada, de
reserva, que normalmente oscilaba alrededor del 5 %, con la crisis se elevó al
9%. Los problemas de la migración son permanentes y de tal magnitud que, por
ej., ha quedado pequeño el muro que construyó la República Democrática Alemana
alrededor de Berlín y el que construye Israel para aislar Palestina, ya que la
muralla de la vergüenza norteamericana cubrirá 1.200 km de la frontera con
Méjico. La ingente deuda financiera ha obligado a cerrar el gobierno federal
durante 16 días con las consecuentes
complicaciones en la actividad económica y la desocupación del país. La discriminación
racial de afroamericanos y sudamericanos es generalizada, particularmente es
vergonzoso el comportamiento racista de la policía. Los grandes consumidores de
drogas y las mafias más importantes del narcotráfico se anidan en este país. La
cultura de la violencia está internalizada en la cultura norteamericana a todo
nivel y espacio, a través de la televisión, el cine, la tradición, el
comportamiento prepotente de la policía, la venta y el uso público de armas y,
sobre todo, por el papel que se arroga de gendarme internacional. La degradación
humana masiva es el problema más grave que generan los EUNA ya que desde allí
trasciende la crisis, generalizada al conjunto de país y al resto del sistema.
Como dueños del poder central de la sociedad, se arroga el derecho de
transferir abusivamente los costos de la crisis al sector campesino, laboral y
clases medias a fin de sostener el sistema de explotación en beneficio de los dueños del capital. En forma
similar, a nivel internacional, los ajustes económicos y financieros que se
imponen en Grecia, Chipre, España, Portugal y resto del sistema, comprende
transferencias económicas en beneficio de los centros del poder imperial, a
pesar de ser estos la fuente de la crisis.
Este cuadro provoca en
el mundo entero todos los males que lo aquejan: guerras civiles e
internacionales, genocidios, hambrunas, desequilibrio ecológico, contaminación
ambiental, corrupción, crimen organizado, pérdida de valores, degradación moral
y una lista interminable de calamidades imposible de totalizar aquí.
La condición fallida de
los otros países del grupo es más o menos similar. Así por ejemplo en la UE la
pobreza abarca un 16% de la población. En Rusia, abarca al 13% de la población.
En China es del 10%. En Japón es del 20%. En India es de 22%, etc., a fin de no ser repetitivos diremos simplemente
que los otros aspectos de la condición fallida mencionados para los EUNA, en
forma similar, con algunas variantes particulares, están presentes en ellos.
En EUNA fue dónde se
desencadenó la crisis mundial. Se inició como una crisis financiera provocada
por lo que se llamó la burbuja inmobiliaria. Esta crisis financiera, acompañada
de los incrementos de precios de la energía, los alimentos y materias primas
rompió el equilibrio del sistema capitalista, ya de por sí explosivo a causa de
la globalización de la economía, desnudando un conjunto de procesos diabólicos,
identificados como crisis energética, crisis alimentaria, crisis poblacional,
crisis ambiental, crisis económica y financiera, cuya irresolución se engloba
en la denominada crisis de las macropolíticas, conjunto dantesco, reconocido
como crisis mundial.
La producción de los
recursos naturales alcanzó las fronteras de la capacidad planetaria de
abastecimiento, originando el incremento descontrolado de sus precios y en consecuencia
un incremento en los costos de los bienes de consumo.
A fin de mantener los
precios competitivos y para mantener el consumo se incrementó la productividad
del sector laboral ya sea eliminando trabajadores, disminuyendo salarios,
aumentando las horas de trabajo, introduciendo nuevas tecnologías y otros. Se
ajustaron los aportes de la población en forma de impuestos, disminución de
servicios, achicamiento del estado y otros.
En resumen se declaró
la condición de crisis para justificar mayores abusos contra la población y
mostrar las nuevas exigencias, así como la restricción de servicios e
incrementos de impuestos como condición indispensable para lograr la
recuperación, que no es otra cosa que lograr un nuevo nivel de explotación,
buscando recuperar el equilibrio y preservar la gobernabilidad.
En conjunto, estos son
los sectores que padecen, soportan la crisis y, con seguridad se puede decir,
que gracias a ellos en otras oportunidades se ha podido lograr la recuperación de la economía
capitalista.
A pesar de todas las
medidas, en EUNA, en forma similar a los ajustes en la UE, crece el número de municipios que se declaran
en quiebra por no poder pagar sus deudas. Detroit, capital del estado de
Michigan, es el caso emblemático de este fenómeno. Esta ciudad, otrora centro
mundial de la industria automovilística, se ha declarado en bancarrota. El 70% de la población ha abandonado la ciudad, hay
78.000 edificios del centro, abandonados. La tasa de homicidios es de las más
altas del país. El desempleo es el doble del resto del país. Según
declaraciones del Alcalde de Detroit, publicadas en el “Dosier 33”, el 23 de julio de 2013, “Más de 100 ciudades de Estados Unidos tienen los
mismos problemas que tenemos”, dice él.
En todo caso, el tercer
componente de la economía, los dueños del capital, son los que determinan la
existencia del sistema, sin ellos no existiría el capitalismo. Son los que
poseen el poder y lo usan para salvar y sostener su sistema. El sistema
capitalista no es de los trabajadores, empleados y pueblo en general, ellos son
los explotados para el beneficio del capitalista, son los esclavos de la
globalización.
Los capitalistas son
los que aseguran siempre sus ganancias ya sea porque los más poderosos pueden
continuar haciendo buenos negocios y los
débiles, que entran en quiebra, son recuperados con dineros públicos.
Los montos entregados para el rescate de bancos y
empresas privadas en quiebra alcanza cifran inimaginables. Con el rescate la
deuda privada se convierte en pública y ésta, la paga los dineros del pueblo.
Dicho en otras palabras, el pueblo es el que aporta los recursos para
cubrir las aparentes pérdidas de los
dueños del capital. Luego con el rescate las pérdidas se transforman en ganancias
y el pueblo se queda con la deuda.
En los desajustes que
resultan de la crisis está el origen del incremento de los estados fallidos. La
imposibilidad de seguir cubriendo las obligaciones de servicios del estado,
crea los vacíos de poder. La explotación extrema resquebraja la institucionalidad
de estos países, desequilibrando el poder que los sostiene y transformándolos
en estados en los que se ha iniciado un proceso de achicamiento sostenido del
poder vertical. Es la lenta agonía de la sociedad que muere, es la etapa que antecede al
nacimiento del nuevo estadio: el estadio del humanismo superior.
La crisis mundial
estuvo precedida por brotes aislados que se dieron en Argentina, Brasil,
Méjico y en Asia. Posteriormente, la
burbuja inmobiliaria, la crisis financiera y el cierre obligado de grandes
bancos e instituciones empresariales en EUNA,
extendió la crisis, con distintas características, al resto del mundo.
En Europa todos los
países entraron en recesión con valores negativos de la economía. El producto
interno bruto anual de la Eurozona cayó el 2008 al 0,4%, el 2009 cayó al -4,4%,
el 2012 fue de -0,6%. La situación del desempleo pasó a más del 12,2% en 2013.
La recesión en la
eurozona ha tenido un pequeño repunte. Ha alcanzado un PIB de 0,3%, el segundo
trimestre del año 2013, por lo que se apresuran los manipuladores del
pensamiento a declarar que el fin de la crisis ha comenzado, la verdad es que
en el 2010 y 2011 han tenido repuntes mayores y la crisis continua.
Los países más
afectados por la crisis, al borde del caos, son España, Grecia, Portugal,
Italia Chipre, Islandia e Irlanda.
En España, con la
derrota del gobierno socialdemócrata (1996) se comenzó a sentir la
insatisfacción de la población al apoyar la renovación con un gobierno
conservador, dirigido por el Partido Popular, a la cabeza de José María Aznar
(1996-2004). Ante su fracaso, éste a su vez fue sustituido por otro
socialdemócrata dirigido por José Luís Zapatero (2004-2011), que se vio
obligado a adelantar las elecciones y fue de nuevo reemplazado por otro gobierno
conservador, de Mariano Rajoy (2011-2013), al que ya se le está exigiendo la
dimisión.
En Grecia sucede algo
similar con los partidos. En relación con el Producto Interno bruto (PIB), con
la crisis, a partir de un valor de 4,5% en el 2006, éste ha disminuido
sistemáticamente hasta alcanzar un valor de -7% en el 2012, se pronostica -3,8 para el 2013, con lo que
se hacen ya seis los años de recesión sostenida.
Con el desempleo, que
alcanzó en España el 27% y en Portugal el 30%, el aumento intolerable de la
criminalidad y la corrupción; la caída de la producción, el comercio, la
exportación y el turismo; las medidas enticrisis, como el incremento de las
cargas sociales, la disminución de los servicios públicos, el aumento de los
impuestos y otras, han sido totalmente insuficientes, denunciadas por la
ineficacia de las soluciones, por el incumplimiento de las ofertas de estos
gobiernos, la ausencia de nuevas alternativas, a pesar de la alternancia del
poder; todo ello resume el rechazo del pueblo al conjunto del sistema de poder
a los partidos como intermediarios del pueblo ante el estado y a toda la
institucionalidad al servicio del sistema. La recesión económica ha llegado a
tal nivel que ha obligado a los países a aceptar la supervisión internacional
de sus programas de recuperación, mediante la intervención de sus cuentas por
la troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central
Europeo).
Todos los otros países,
en distintas proporciones y con características propias, padecen los mismos
problemas causados por la crisis. La pérdida de la confianza política en los
partidos electos y sus respectivos presidentes, por ejemplo en Francia, se
mantiene a pesar de la alternacia política, es decir que el conjunto
poblacional no hace diferencia del matíz político que los diferencia porque los
resultados son los mismos. La alternancia sólo refleja el renacimiento de la
esperanza del pueblo por la oferta de nuevos cambios que pueda beneficiarlo,
los que al poco tiempo se desvanecen. El valor máximo al inicio de cada periodo
muestra la confianza depositada, la que luego es defraudada y al terminar el
periodo se busca una nueva perspectiva. Para el periodo de crisis del sistema
los valores son cada vez más alarmantes, con una proyección de efectos
impredescibles.
España y Grecia son
apenas dos muestras del proceso que está transitando el conjunto de países del
mundo desarrollado del capitalismo privado y mixto. La reacción popular no se
ha hecho esperar ante la insistencia de cargar sobre la clase media y baja los
efectos de la crisis. Se ha despertado una ebullición creciente de los ánimos,
exacerbados por el abuso del poder. Son los 15-M de España, son los ocupas de
EUNA, son los humanistas amazónico-platenses sudamericanos, son los indignados
del mundo. Es un torrente incontenible de reclamos de las grandes mayorías,
cuyo único destino será el nacimiento de una nueva cultura, con ricos
contenidos humanos que satisfaga las múltiples y diversas inquietudes de la
nueva sociedad.
En los países del sistema
del capitalismo socialestatal, existe un nivel de descontento permanente,
originado por el sectarismo ideológico de la imposición del poder vertical,
cuya muestra es la necesidad de maniular contínuamente las elecciones
periódicas a fin de mantener el control del estado.
La crisis provoca un
acelerado crecimiento de la presión social. Las protestas sociales, hasta ahora
han sido controladas haciendo uso abusivo del poder. La gobernabilidad se hace
a costa de la libertad del pueblo, y no es que en el sistema liberal haya
libertad, sólo que su pérdida es más disimulada. La criminalidad, la
delincuencia, el crimen organizado son problemas que tornan los centros urbanos
en lugares inseguros. La corrupción institucionalizada, particularmente de la
justicia, la policía y las oficinas públicas son problemas de permanente
encrespamiento de las relaciones humanas. La prepotencia e impunidad de los
funcionarios generan cada día mayor injusticia y rechazo de la población. El
desabastecimiento, afecta gravemente la economía familiar y nacional al dedicar
el tiempo en la búsqueda del alimento, imprescindible para la vida. El
desencanto con el sistema socialestatal se expresa en todo el conjunto, así en
Sud América cada vez asombran más las protestas de Venezuela, Brasil,
Argentina, Bolivia y Ecuador. No se puede dejar de mencionar la situación cada
vez más inestable de Rusia, Irán y China.
Todos los cambios que
hasta ahora se han logrado sólo son cosméticos para que el sistema capitalista
sobreviva en su agonía. La caída del imperialismo socialista apenas significó
el traspaso de parte del capital estatal al capital privado, fortaleciendo la
alianza del capital mixto. El surgimiento del socialismo del siglo 21 apenas ha
significado el traspaso de parte del capital privado al capital del estado,
también engrosando el capital mixto. La primavera árabe es apenas un intento de
democratización de las dictaduras que sostienen el capital. En resumen, todo,
sólo ha sido, hasta ahora, reajustes internos, dentro del sistema de poder,
sustento del capitalismo mundial, para maximizar la eficiencia de la
explotación de las mayorías.
Sin embargo, es
evidente que no existe en el marco capitalista ninguna posibilidad de
equilibrar el sistema en forma sostenible y satisfactoria para la ciudadanía.
La forma más grave de la crisis, ya se mencionó, es la crisis de las
macropolíticas, es decir la ausencia de políticas que den solución a la crisis
en el marco del capitalismo y la democracia.
Todo mejoramiento
tecnológico o científico aumenta la productividad, agudizando el problema
social; los nuevos niveles de equilibrio de costo beneficio se hace con nuevos niveles de
sacrificio social y el sector social se encuentra ya al borde de una explosión
incontenible, cuyo torrente revolucionario
impondrá los cambios que la sociedad está exigiendo. El sistema de poder
mundial ha entrado en una contradicción insoluble con las demandas sociales.
Los escenarios que
plantea la agudización de la crisis son: 1. El sector del capital estatal, como
sector hegemónico de poder, puede ahogar
al sector del capital privado del país en su beneficio, cuyo escalofriante
futuro son las premonitorias experiencias dictatoriales del capital estatal.
Conocimos las del sistema social-comunista, ya fracasado, y sobreviven aún las
dictaduras secantes de Cuba, Corea del Norte y Eritrea, como patrones
históricos de la imposición del poder estatal.
2. El sector del
capital privado, como sector hegemónico de poder, puede ahogar el capital
estatal del país en su beneficio. En la búsqueda de sistemas más humanos son
paradigmáticos, en una primera línea de acción, la manipulación de los cambios
hacia la democracia burguesa, como los llevados a cabo en Honduras y Paraguay.
En una segunda línea de acción, la manipulación se encuentra en el pimponeo
político entre derechas e izquierdas, como viene sucediendo en diversos países
de Europa y América. En una tercera línea de acción aparecen las dictaduras de
derecha como las de Banzer, Pinochet, Videla, etc.En una cuarta línea de acción,
consolidado el sistema, busca legalizarse en la forma de las democracias
burguesas. En una quinta línea de acción, se habrá retornado a la economía
mixta socialestatal. Aquí se habrá
retornado al primer escenario, agudizando la agresividad hasta llegar al
extremo de despreciar a los crímenes de
lesa humanidad, como está sucediendo en la guerra civil de Siria, cuya
consecuencia es impreviscible si se convierte en una guerra internacional. Con
lo que se ha entrado a una espiral diabólica, cuyo desenlace final puede ser la
destrucción de la humanidad o el rompimiento de la espiral mediante un cambio
revolucionario, la eliminación del poder coercitivo, sostén de la estructura
globalizada de explotación.
3. El tercer escenario
es el cambio revolucionario con la consolidación de la sociedad humanista,
sostenida por el humanismo superior, cuyos elementos básicos son la eliminación
del poder coercitivo, la participación directa de las bases en la conformación
de la estructura administrativa y de coordinación de los servicios y la
producción y la apropiación de la riqueza en beneficio del pueblo.
La condición
imprescindible para el rompimiento de la espiral diabólica es la acción
revolucionaria no violenta, resultado de la maduración generalizada de la
conciencia del pueblo, para sí, que está creciendo rápidamente con las
enseñanzas nacidas de la lucha misma. Al mismo tiempo se consolida la
organización requerida para adoptar las decisiones que ha de ser capaz de
reemplazar el poder coercitivo por el no coercitivo y conformar una nueva
estructura de administración y coordinación de los servicios y la producción.
Con estos requisitos
fundamentales, la conciencia para sí, la organización de las bases, la
sustitución del poder coercitivo por el no coercitivo, y la nueva estructura
administrativa y de coordinación, se habrán sentado las bases necesarias para
la transferir el capital de las manos de las minorías explotadoras a las manos
mayoritarias, sus verdaderos dueños, al que lo produce, como ser individual, e intermediado por la comunidad
como ser social.
La entrega de los
beneficios de la actividad productiva al sujeto, significará la liberación del
mismo de la esclavitud del trabajo para otros. Por fin, por primera vez en la
historia de la humanidad, dejará de ser objeto del trabajo para convertirse en
sujeto y dueño de su trabajo, será su creador, superará la animalización, la
cosificación, que le impuso la civilización para ser por fin un ser humano, un
ser creador en el nuevo estadio, el del humanismo superior.
El humanismo
superior en la sociedad que muere. De los elementos que conformarán la
nueva sociedad, algunos ya existen y otros empiezan a forjarse en la vieja
sociedad, la que está en proceso de agotamiento, ésta es la del sistema de
poder coercitivo mundial. Lo que nos permite avizorar la nueva perspectiva que se ofrece a la humanidad en el estadio
del humanismo superior y se resume como sigue.
La vida del ser humano. La identificación de los elementos ya
existentes en la sociedad que muere y que conformaran la nueva sociedad se
encuentran en el origen mismo del ser humano.
El humanismo,
considerado ontológicamente, es la esencia del ser humano. Es la fuerza vital
que lo acompaña y caracteriza desde su nacimiento. Por ello, su primera función
es y siempre ha sido la preservación de la vida. Es la fuerza que garantiza la
preservación de la especie, a pesar de la agresión del sistema de poder. Sin el
humanismo la condición del ser humano no existe.
Humanismo primitivo. En su etapa primitiva estas relaciones se
establecieron en el círculo de la familia, luego en el de la tribu, el de la
comunidad y en su entorno natural, mediante relaciones definidas dentro de lo
que en otro trabajo hemos reconocido como el humanismo primitivo, lo que Carlos
Marx identificó erróneamente como comunismo primitivo. . Ésta se hacía en base al regalo, la
solidridad y amistad, en resumen fueron las relaciones de reciprocidad las que
predominaron en esta etapa, expresión del derecho natural del ser. Motivo por
el que la identificamos como humanismo primitivo.
El bienestar. La sociedad expresa su esencia humanista en cada
esfuerzo realizados a lo largo de su existencia por alcanzar el mayor bienestar
posible; es la fuerza impulsora, presente permanentemente en la voluntad de
cambios de la sociedad por mejores condiciones de vida.
Fuerza de cambio. El humanismo, en el decurso de la era de la
civilización, es la fuerza generadora de los cambios de los modos productivos
en búsqueda de nuevas condiciones de bienestar para las mayorías y en su nivel
superior, con la ciencia y la tecnología, el humanismo superior encarna la
confianza por un mundo de paz, libertad y amor. La historia de la civilización
es la historia de las luchas del humanismo contra el poder, es la historia de
las luchas del ser humano contra el ser animal, es la historia de las luchas
del género humano por alcanzar un nivel superior.
La diversidad. Los esfuerzos de reivindicación de las aspiraciones
del ser humano, sus ansias de libertad, sus luchas por mejores condiciones de
vida, la defensa de las culturas, de los intereses regionales; los pequeños
detalles que hacen la vida, como el agua, la comida, la vivienda, el
transporte, constituyen la diversidad de conjuntos naturales y sociales que
conforman la sociedad, imposibles de ser atendidos por el centralismo vertical.
Es indispensable estructurar la sociedad, que sea capáz de atender esta
diversidad, asentada en una estructura horizontal, abierta y transparente, que
mediante el diálogo constructivo encuentre los consensos necesarios. Esta es la
sociedad del humanismo superior.
Derechos humanos. El humanismo superior nace del derecho natural
del ser humano, reconocido internacionalmente en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, por la Organización de las Naciones Unidos el 10 de
diciembre de 1948, como garantía del mantenimiento de la paz y la seguridad
internacional, afirmación del reconocimiento de la dignidad intrínseca y del
nacimiento de los derechos iguales de todas las personas como base de la libertad,
la justicia y la paz en el mundo, y enriquecido por los aportes de la ciencia y
la tecnología a lo largo de su devenir histórico.
De la conciencia en sí a la conciencia para sí. Los movimientos de
masas, que van cubriendo cada día más al planeta, se caracterizan por la
diversidad de las reivindicaciones exigidas, cuyas propuestas chocan con las
políticas centralistas, los nacionalismos secantes, el estado homogenizador,
los partidos sectarios, la democracia burguesa, la discriminación de las minorías.
Sólo encontrarán respuesta en el humanismo superior, conformado en el diálogo
de las bases, el reconocimiento de su diversidad, el respeto al otro, la complementariedad de los diferentes y el
consenso.
La conformación de esta
conciencia para sí está alimentada por 1. Las luchas de los pueblos, generadas
por la crisis mundial, es el torrente empírico más importante del despertar de
la conciencia de los pueblos. 2. La democratización del conocimiento mediante
la digitalización, ensancha en forma vertiginosa la formación de la
autoconciencia del pueblo. Por esta razón la lucha por el mantenimiento de la
red mundial del intercambio del conocimiento en forma abierta, fuera de
cualquier control vertical, es una victoria del humanismo que se debe
preservar.
Democracia de las bases. La democracia de las bases es la forma del
ejercicio del poder de las bases. Es la instancia en la que el individuo valida
su existencia. A travez de la democracia
de las bases, en la que se ejerce el dialogo constructivo, no existen
soluciones de mayorías en desmedro de la minoría. El dialogo es una
construcción colectiva del pensamiento, en el que todas las opiniones son
atendidas, analisadas minusiosamente y se integran en un acuerdo consensuado.
Es el proceso de intercambio simultáneo del ser individual con el ser social.
Es el proceso en el que el ser se
expresa integrando su carácter individual con su carácter social.
La creciente debilidad
del poder posibilitará a las bases asumir la realización de sus
reivindicaciones mediante la democracia de las bases, hasta ahora expresadas
anárquicamente mediante los estados fallidos. La crisis es la partera del
humanismo superior.
La organización de bases. Está en crecimiento acelerado. En la
medida que la conciencia en sí va adquiriendo la forma de conciencia para sí,
la organización de las bases crece. Es crucial el desarrollo del conocimiento,
para madurar la conciencia y crear la organización encargada de impulsar el
humanismo.
Las organizaciones de
bases actualmente en lucha, en procura de la conciencia para si, son los
movimientos que impulsan el humanismo: la organización de los nativos de
Kandire y Tawantinsuyu, las protestas de los indignados y de los ocupa del
mundo, la rebeldía de la primavera árabe, las comunidades autogestionarias de
Méjico, las cooperativas mineras, el movimiento de los comerciantes, sindicatos
independientes, asociaciones, organizaciones comunitarias y cívicas
apartidarias de Bolivia y el mundo.
La falta de claridad de
sus luchas ha encumbrado partidos sectarios
que desvian los fines del movimiento hacia la dependencia del capital
socialdemócrata como en Egipto, Libia, Argelia y otros o hacia la dependencia
del capital neoestatal como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Siria y otros.
Los nativos de valles y
llanos de la cuenca amazónica-platense (Kandire) y de los Andes (Tawantinsuyu),
aislados en el sectarismo de partidos indianista, han cedido la mayoría del
sector mestizo a la dependencia del capital socialestatal de los gobiernos
populistas, llamados, del socialismo del siglo 21, impidiendo su desarrollo con
la cosmovisión humanista de sus ancestros kandirenses y tawantisuyanos.
Los indignados y los
ocupa del mundo son movimientos de masas que no logran concretar los objetivos
de sus luchas a causa de la desarticulación en el diálogo constructivo,
mostrándolos muchas veces como contradictorios entre sí. No han logrado
reconocer el principio de la diversidad del movimiento y la importancia del
consenso entre los diferentes para construir la sociedad diversa que el
humanismo exige.
La rebeldía de la
primavera árabe, las comunidades autogestionarias de Méjico, las cooperativas
mineras de Bolivia, los gremios de comerciantes, sindicatos independientes,
asociaciones, organizaciones comunitarias, cívicas, vecinales, apartidarias del
mundo todo han quedado atrapadas en la dependencia del poder del estado,
impidiendo su evolución hasta lograr su independencia política.
Doble carácter del humanismo. La forma esencial de la existencia
del ser humano, está constituída por dos componentes, el ser individual y el
ser social, cuya manifestación depende de la situación concreta. Según ella, se manifestará como un ser
individual o como un ser social. Ambos están internalizados en el ser humano y
se manifiestan acorde con el doble carácter de la materia, sugerido por De
Broglie, en 1924, a partir de sus estudios sobre la mecánica cuántica.
La priorización
del ser individual es el punto de
partida del liberalismo, idealizado, porque en forma pura jamás se ha logrado a
pesar del control que siempre ha tenido. El poder que lo sostiene se ejerce a
través de un estado fuerte, con lo que
se desvirtúa el individualismo.
La priorización del ser
social es el punto de partida del socialismo, el comunismo y de todas las
variantes de la izquierda marxista, idealizado, porque en forma pura no existió
jamás a pesar del control del poder que lo sustenta, ya que el individuo es el
elemento constitutivo fundamental de cualquier organismo social. Ésta depende
del individuo y éste de la comunidad. En la pretensión de suprimir al individuo
está el origen de su fracaso.
Ya hace más de siglo y
medio la duración de la discusión ideológica y de lucha cruenta, de los dos
sistemas centrales de poder de la sociedad, el liberalismo y el socialismo, por
imponer su respectivo sustento teórico, sin lograr el éxito deseado a causa de
lo endeble de ambos planteamientos para una economía globalizada. A pesar de la
crisis del sistema la lucha continúa y se agudiza peligrosamente.
El humanismo superior
nace del reconocimiento de la existencia complementria del ser individual y el
ser social en el ser humano. Es la conjunción de los seres individuales en la
comunidad. El ser individual expresa los intereses de la persona, mediatizados
por los de la comunidad, lugar en el que se expresa el ser social, consensuado
como el interes del conjunto comunitario.
El humanismo superior
es el marco resolutorio acorde con la realidad de la confrontación, hasta hora
excluyente por otra complementaria, del sistema de poder individualista y el
sistema de poder estatal.
Condición objetiva para el humanismo superior. El modo globalizado
de producción capitalista ha colocado una contradicción insoluble entre los
grupos de poder, numéricamente pequeños y dueños del capital, y la inmesa mayoría
del pueblo explotada. En la etapa de crisis, cada elemento introducido en el
sistema para mejorar la competitividad implíca mayores desocupados, en general mayor sacrificio para la población. Esta contradicción exige el
reconocimiento de un nuevo modo
productivo, que incorpore en él la diversidad de intereses de la inmensa
mayoria poblacional, que transforme esta mayoría, mejor dicho, a toda la
población en propietaria de la riqueza y cada individuo se beneficie de la
distribución equitativa de la misma.
La ideología marxista
propone, engañosamente, entregar la propiedad de toda actividad productiva a
los trabajadores. Para ello establece al estado
como organización encargada de la producción a nombre del pueblo, la
clase trabajadora como vanguardia social y el partido comunista como
consciencia de la clase trabajadora.
Lo primero que se debe
aclarar es, que la transferencia del capital productivo al estado no cambia la
esencia capitalista del sistema, sólo se habría cambiado de explotador, el estado
por el propetario privado. El trabajador sigue entregando su plausvalía al
nuevo patrón, ahora personificado en el estado. El estado no tiene los
intereses del trabajador, motivo por el que se transforma en un nuevo
explotador del trabajador y el pueblo todo.
Finalmente el partido
comunista se arroga la representación de los trabajadores y a nombre de ellos
el gobierno se transforma en una dictadura de una minoría partidaria. Junto con
la dirigencia sindical se establece una alianza partidaria-obrera, componentes
de la nueva clase de ricos del sistema socialista. Ejemplo de este sistema fue
el imperio socialista de la URSS, que ya ha fracasado, y la China comunista
transformada en capitalismo mixto. En la actualidad, el socialismo del siglo
21, como método de acceso al poder, se declara democrático, pero la hegemonía
clasista y unipartidaria del sistema lo transforma en un remedo aprimorado con
democracia. En el fondo es otra dictadura de estado.
Para evitar todo
engaño, de cualquier intermediario, el humanismo superior propone la entrega de la propiedad de la
actividad productiva al mismo pueblo. El estado deja de serlo y se transforma
en una entidad administrativa, de coordinación producción y servicio dependiente
del control directo de las bases, institucionalizadas por las organizaciones
comunitarias del pueblo, expresión del poder no coercitivo de las bases. Cada
miembro de la comunidad será el propietario de las actividades productivas, con
lo que se transforma en directo beneficiario de las utilidades generadas por el
trabajo, las que serán distribuídas equitativamente, por la comunidad, en forma
acorde al aporte en la generación de la riqueza.
Además la introducción
del nuevo sistema productivo, asentado en la búsqueda nuevos valores humanos, en
el poder no coercitivo de las bases, en la gestión desde abajo liberará los
inmensos recursos que se despilfarran en la economía de consumo, en la
burocracia y en el sostenimiento de las fuerzas armadas, necesarios para
atender las necesidades de dos mil millones de pobres que tiene la humanidad.
Hermana Naturaleza. Una parte esencial del ser humano es la
naturaleza a la que pertenece, es parte inseparable de la naturaleza, sin la
naturaleza el ser humano no existiría. Esta integración existencial con la naturaleza
está en su orígen y su complementacion
constituye un objetivo central del humanismo superior. No supedita la
naturaleza al ser humano, ni el ser humano a la naturaleza, es indispensable la
preservación simultánea de ambos mediante una interelación de equilibrio
horizontal.
La economía de mercado
ha introducido desajustes ecológicos y ambientales que amenazan seriamente la
vida de la fauna, la flora y con ello de la vida humana, por lo que se debe
corregir en forma perentoria el uso indiscriminado de la naturaleza.
La cosmovisión
kandirense dejó gravado en piedra, que el ser humano debe cuidar a la
naturaleza como a una hermana muy delicada, que depende de él y, a su vez, ella
le da protección No se confude con La
Madre Tierra, cuya relación con el ser humano es vertical, ésta es símbolo de
la sociedad del poder, de sometimiento servil del ser humano a la tierra, que
el humanismo rechaza. El concepto de naturaleza es totalizador, el de tierra es
restrictivo.
La eliminación de la violencia. El proceso de transición pacífica
de un sistema de poder vertical, coercitivo, a otro, de gestación desde las
bases, no coercitivo, es uno de los componentes fundamentales del humanismo.
Sólo la participación activa de las bases logrará este cambio revolucionario.
En primer lugar, con el
uso de la violencia el poder introduce sus deformaciones intrínsecas en la
nueva sociedad, es decir transforma el movimiento triunfante en otro
instrumento de sometimiento, como todos los que hasta ahora han existido. En
segundo lugar, es indispensable que esta revolución tenga un carácter pacífico para evitar prolongar la
sobrevivencia del poder establecido, la revolución violenta es parte del juego
del poder coercitivo y cualquier alternativa de poder vertical prolongará el sistema.
En este punto crítico, ante su desaparición inminente, la fuerza acumulada en
su larga existencia, asumirá todos los riesgos para evitarla y abre la
posibilidad de una salida catastrófica, que se debe impedir. En tercer lugar la
revolución pacífica garantiza el reconocimiento y desarrollo de los nuevos
valores y principios en los que se fundamentará la sociedad del humanismo
superior.
El poder, cuando es
rebasado por las masas, se reconstituye en el interior de ellas para transformarse en el sostén de la
dirigencia del nuevo movimiento victorioso, los nuevos dueños de las riquezas.
Al mismo tiempo, degradan las reivindicaciones y abandonan las mayorías que las
impulsaron. Así por ejemplo, la revolución francesa realizada por las masas
populares contra el poder conservador del absolutismo monárquico, con el nuevo
poder revolucionario consolidó a la
burguesía, convertida en la pequeña minoría de nuevos ricos, dueños del
capital, expropiadores de la riqueza del pueblo que los encumbró. La revolución
socialista y comunista hecha con el sacrificio abnegado de campesinos, clase
media y obreros, contra el poder del zarismo, encumbró en el nuevo poder
revolucionario a la burocracia del partido comunista, pequeña minoría
beneficiaria de la riqueza de la nación, la nueva clase dominante, los nuevos
ricos, que mantuvo explotado al pueblo,
el verdadero dueño de la revolución. El movimiento humanista que surge desde el
fondo de los valles y la selva de la cuenca amazónico-platense de Bolivia
(Kandire) como reivindicación de nativos, campesinos, sectores medios y
obreros, fue deformada por las veleidades imperiales y racistas del fanatismo
aimara de su presidente, Evo Morales, nuevo engendro dictatorial surgido de las
entrañas mismas del movimiento. Usa inconstitucionalmente el poder, entre
otros, para hacerse nombrar presidente para un tercer periodo, con proyección
vitalicia, y para asegurar el fortalecimiento del crimen organizado
(narcotráfico, contrabando, corrupción y otros).
Estas transformaciones
estubieron en los marcos de la contradicción de las condiciones objetivas del
desarrollo de las fuerzas productivas y de las relaciones de producción,
sustentadas por el poder acumulado con la apropiación capitalista del excedente
del trabajo.
La fuerza explosiva de las
necesidades generadas por la acumulación
global de las riquezas ha originado la aparición de nuevas contradicciones
insolubles entre la heterogenea masa del pueblo y los dueños de la economía
globalizada, cuya lucha viene logrando importantes recomposiciones en la cúpula
del poder a lo largo del siglo pasado y el que se inicia.
Las pretensiones de
supremacía mundial de Alemania, apoyada en las potencias aliadas de Italia y Japón conocida como
Alianza del Eje Berlín, Roma y Tokio fracasó totalmente el 1945, de cuyo
resultado nacieron dos nuevos aspirantes a la supremacía mundial: El
capitalismo privado, hegemonizado por EUNA y el capitalismo estatal,
hegemonizado por la URSS.
El fortalecimiento del
sistema imperial socialista obligó al sistema imperial del capital privado a
reconocer en su espacio a un sector cada vez más importante de capital mixto,
es decir la convivencia del capital privado con el capital estatal a condición
de mantener la hegemonía del capital privado en la forma de la socialdemocracia.
La competencia de los
dos sistemas imperiales y las debilidades internas del sistema estatal llevó al
colapso de éste y lo obligó a transformarse en un sistema de capital mixto con
el reconocimiento en su espacio de un sector del capital privado a condición de
mantener la hegemonía del capital estatal, identificado como capitalismo
neoestal o socialestatal.
A consecuencia del
desarrollo de la guerra civil en Siria, de cerca de tres años de duración, las
aspiraciones de hegemonía mundial del imperialismo neoliberal han sido frenadas
por la alianza fáctica del sistema neoestatal y las fuerzas emergentes
populares e islamistas.
La inminencia de una
guerra internacional a causa de los crímenes de lesa humanidad cometidos en
Siria y la debilidad creciente de los imperios hegemónicos, ha logrado el
relajamiento de la tensión internacional mediante los acuerdos encabezados por
Rusia y EUNA. En el fondo es una recomposición de fuerzas, un acercamiento
entre el sistema de capital mixto socialdemócrata y el socialestatal para
enfrentar el crecimiento de las fuerzas populares e islamistas, que amenazan su
desplazamiento.
A la desaparición del
sistema del capital estatal, con el colapso de la URSS, ahora se suma la
secundarización del sistema hegemónico del capital privado con lo que ya se
puede afirmar que la expresion del imperio del capital estatal ha desaparecido
y el imperio del capital privado está en proceso de desaparición, consolidando
el capital mixto, en una alianza de las dos variantes y, en la medida que se
debilitan los poderes fundamentalistas, privado y estatal, se abren espacios de
diálogo y de búsqueda de soluciones pacíficas.
El poder directo de las bases es la garantia de la sociedad humanista. Cuando
el ser humano logra la producción de excedentes con la agricultura y la
ganadería, en el neolítico, es cuando la sociedad se diferencia entre
explotadores y explotados y se impone la existencia de un órgano opresor. Así
se impone el poder y con él todos los instrumentos que lo complementan.
En el largo periodo de
la civilización, el poder como sustento de los explotadores, ha sido la fuerza
conservadora de la sociedad, la que se ha opuesto a los cambios y a los
movimientos reivindicativos.
En el pasado los
cambios revolucionarios, que reemplazaron los modos productivos agotados, no
aseguraron los resultados en beneficio de las mayorías.
Si el nuevo sistema se
fundamenta en la participación activa de las bases, las que constituyen el
conjunto de la población, se asienta en el diálogo constructivo, la transparencia,
en el respeto y la complementariedad de los diferentes se estará frente a un
sistema que ha reemplazado el poder coercitivo por el no coercitivo para su
funcionamiento, se estará sentando las bases de una nueva cultura de contenido
humanista, el poder directo de las bases como garantía de la nueva sociedad.
La humanización del ser. Los beneficios del trabajo,
expropiados por el amo, por el señor o por el patrón del estadio de la
civilización animalizaron al ser humano, transformándolo en esclavo, siervo u
obrero, un ser alienado y sin capacidad creativa.
Con el humanismo
superior el trabajador por fin logrará su liberación al transformase en dueño
de los beneficios de su trabajo, pasará a la condición de sujeto creativo y
recuperará la condición humana perdida con la civilización.
Con el humanismo
superior se abrirá el potencial del desarrollo humano a su maxima capacidad,
florecerá la riqueza de su diversidad y su espiritualidad alcanzará niveles
insospechados.
La humanización del
ser, en el fondo, se trata de una nueva sociedad que superará las ilusiones de
la riqueza para todos, para reemplazarla por el sueño, hecho realidad, de la
felicidad para todos.
Las frescas brisas de
esperanza que empiezan a dar vida nueva a la humanidad, presagian el salto
cualitativo más grande en el devenir del género humano, se logra por fín el
viejo sueño de la transformación del ser animal, impuesto por el poder a lo
largo de la civilización en el ser humano que augura el humanismo superior.
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