miércoles, 19 de octubre de 2011

                                   Por Álvaro Jordán
El racismo  y el poder del Estado han sido dos constantes que caracterizan al gobierno   kolla y colonial del Movimiento al Socialismo, (MAS). Lo del Estado plurinacional sólo fue una muletilla para ganar el apoyo de la mayoría ingenua de los  bolivianos. Con el paso del tiempo se ha ido desmoronando ante la incapacidad de su promotor de contener racionalmente su odio a los cambas, a los mestizos, a los blancos, a los pobladores de la Media Luna, a los que estigmatizó como oligarquía cruceña. Ahora, después del reguero de muertos que a su paso va dejando,  después de haber declarado la desaparición de la oposición organizada, obligándolos al destierro, encarcelándolos o finalmente condenándolos al silencio impuesto desde el poder, arremete contra el único sector no delincuencial que le quedaba.
Los nativos de las 34 naciones de Kandire, organizados como CIDOB (Central Indígena del Oriente Boliviano) y apoyados por el CONAMAQ, están representados por la epónima  marcha desde Trinidad hasta La Paz en defensa de los derechos constitucionalmente reconocidos a los nativos, dueños del Territorio Indígena  y Parque  Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y en defensa de la rica biodiversidad del parque. Estos son los dueños ancestrales del Parque Nacional Isiboro Sécure, son a su vez los auténticos autores y dueños del pensamiento y praxis humanista con el que el planeta quedó deslumbrado en este último lustro y ahora sirve de  inspiración para los marginados por el poder de la riqueza: los indignados que se levantan internacionalmente reclamando reconocimiento. Esta gente generosa y buena que clama justicia imponiéndose un sacrificio sobrehumano en una caminata de cerca 1000 kilómetros a fin de sensibilizar al poder por el respeto a la Hermana Naturaleza y el de sus derechos, esta gente sencilla y humilde de la amazonia tropical que para poder continuar la caminata entre las piedras afiladas por las gélidas noches del altiplano piden a la solidaridad la provisión de zapatos y frazadas, a esta gente indefensa, en una marcha pacífica y constitucional, es a la que la arrogancia del poder racista, a fin de imponer una política de desconocimiento de los compromisos legales con el TIPNIS, agrede criminalmente con la brutalidad policial. Con sadismo refinado impide a los marchistas saciar su sed en un rio que está a pocos metros, confisca los alimentos que la solidaridad envía para el sustento familiar, sin ninguna consideración humana los ataca  con brutalidad  mientras descansaban en una comida de media tarde, los persigue como animales en el monte, sin consideración a los niños que se pierden de sus padres, a esta gente que se auto sacrifica como Cristo para pregonar la verdad, es a la que con cinismo indisimulado acusa el dueño del poder de agentes del imperialismo, de Media Luna indígena pagada por la CIA y muchas otras cosas más que por respeto a los marchistas no quiero repetir.

La última manifestación de racismo generalizado digitado desde el Estado kolla-colonial es el proceso eleccionario del órgano judicial controlado por el partido de gobierno. Haciendo uso del poder impuso un 86,7 % de candidatos pertenecientes a los departamentos kollas (La Paz, Oruro, Potosí y Cochabamba)[1] y solo dejó el 13,1% para los candidatos pertenecientes a los departamentos de valles y llanos de la cuenca amazónica platense (Beni, Chuquisaca[2], Pando, Santa Cruz y Tarija) a pesar de que en el censo del 2001 ya  tenían el 40,6% de la población[3] y cuentan con más del 60%  del territorio nacional.
El resultado de la elección fue el previsto por la manipulación del Estado racista. En el Tribunal Constitucional: Beni, Chuquisaca, Pando, Santa Cruz y Tarija no obtuvieron ningún representante, todos son kollas. En el Consejo de la Magistratura y en el Tribunal Agroambiental de igual manera, sólo Chuquisaca logró un representante perteneciente a la región kolla del departamento.
Al ser este resultado el esperado por la manipulación del poder, evidentemente hay que reconocer que el racismo ha ganado ya que ahora controla la totalidad del poder judicial para poder con ello dar legalidad a la próxima etapa de su programa, esta es la invasión legalizada  de las tierras de Kandire por los sindicatos pluriculturales de la coca y sus derivados del Kollasuyo. De esta manera se consolida el viejo proyecto de Yupanki y Waina Kapak de apropiarse de los territorios y riquezas de Kandire y esclavizar a su población en beneficio de los privilegiados del Kollasuyo. Con lo que el gobierno colonial-racista crea las condiciones para el inicio de una nueva etapa de luchas libertarias. Pero no sólo es eso, ahora el absolutismo del Estado podrá disponer del pueblo boliviano y sus riquezas sin ningún control, al estilo de los países  conocidos como capitalistas de Estado. Son los socialistas que fracasaron estrepitosamente en los años noventa del siglo pasado a causa de haber puesto el Estado al servicio y beneficio de la burocracia del partido gobernante, los nuevos ricos del sistema.
Es evidente que los resultados no han correspondido a las expectativas del Presidente Evo Morales. Él aspiraba a lograr el 80% de los votos, sin embargo sólo ha logrado un 40%[4], por lo que se puede concluir que estas intenciones optimistas han fracasado. La fuerte disminución del apoyo gubernamental se debe, por un lado, a que los 34 sectores nativos de Kandire se han separado del bloque gubernamental y, por otro lado, la existencia de sectores kollas: aimaras, quechas y mestizos que no comparten la política racista del poder del Estado. A nivel nacional el pueblo se está cansando de las constantes mentiras con las que adorna su falaz accionar y lo que es más serio el pueblo va dándose cuenta del poder autócrata con que se gobierna en desmedro de la libertad, la democracia y la dignidad.
Cada sector de la oposición atribuye estos resultados como su éxito particular. La verdad es que el voto nulo y blanco, 60 %, no es el resultado de ninguna inteligencia política de los distintos sectores que respaldaron esta posición, es la resistencia del pueblo consciente el que rechaza los abusos del poder. También responde al cálculo gubernamental: sacrificar la imagen democrática a cambio de asegurar el control absoluto del órgano judicial, de esta manera las imposiciones verticalistas del ejecutivo autócrata serán reemplazadas por la disposiciones legalistas del Órgano Judicial a su servicio y podrá mostrarse nuevamente como un gobierno respetuoso de la ley, con lo que espera recuperar la legitimidad perdida.
Por otra parte hay que reconocer que la oposición sigue tan dividida como en todas las elecciones anteriores. Con un porcentaje menor al 40 % el partido racista ganó la primera mayoría en la elección de Constituyentes en Santa Cruz,  y en esas condiciones, a pesar de los magros resultados obtenidos por el gobierno, la oposición toda dividida no tiene ninguna oportunidad de ganar la próxima puja electoral, salvo que se den cambios sustanciales en el modo de hacer política.
Sin embargo el aglutinamiento nacional alrededor de la épica marcha del TIPNIS ha creado una nueva oportunidad DEMOCRÁTICA para someter el sectarismo racista del poder autocrático a la voluntad de una oposición, que se espera haya asumido los fracasos sufridos a causa de la división sectaria y las mezquindades personales, hasta ahora desunida por las diferencias de las múltiples identidades culturales, étnicas, nacionales, intereses político-económicos divergentes y que el carácter maniqueo de la política tradicional impide un entendimiento constructivo, que reconozca esta diversidad en la política nacional y regional, así sean mayorías o minorías.

19 de octubre.
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http://kandire.blogspot.com

[2] Se incorpora en este grupo por ser más de la mitad del territorio de origen kandirense
[3] El  gobierno colonial no actualiza la población para disminuir la representación de los kandirenses
[4] El Deber, 2011-10-17

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